Bloomberg — El repunte de la renta variable estadounidense en vísperas de la temporada de resultados supone un peligro a corto plazo, teniendo en cuenta la posibilidad de más alzas de tasas por parte de la Fed y el debilitamiento del crecimiento de los beneficios, según Michael Wilson, analista de Morgan Stanley (MS).
Durante las 3 semanas finales de marzo, el S&P 500 registró un alza superior al 6%. Ello contrasta con las caídas previas a las 3 temporadas de resultados precedentes, lo que preocupa a Wilson, una de las voces más pesimistas del mercado.
“En nuestra opinión, esta evolución supone un peligro a corto plazo para las cotizaciones bursátiles, teniendo presente nuestras previsiones más sombrías para los beneficios de 2023, sobre todo a medida que el contexto de liquidez se torna menos complaciente”, indicó Wilson en una nota difundida este lunes.
Este experto, que en el 2022 obtuvo el primer puesto en la encuesta de Institutional Investor al pronosticar con acierto la venta masiva de acciones, no prevé un descenso del crecimiento de los beneficios antes del 3er o 4to trimestre del 2023, lo que contrastaría con las previsiones generalizadas de los analistas, que auguran un repunte en el segundo semestre.
“Neto-neto, los datos nos sugieren que el ciclo económico continúa desacelerándose y que las expectativas de consenso de EPS (por sus siglas en inglés) para 2023 siguen siendo materialmente demasiado altas”, escribió.

El repunte de marzo en el S&P 500 fue impulsado por una mayor liquidez de las autoridades para aliviar la crisis bancaria regional, aunque Wilson cree que es probable que eso cambie.
Si bien la contención del estrés bancario es claramente positiva, puede significar que las expectativas de política para 2023 se vuelven menos acomodaticias tanto en la liquidez como en las tasas de interés, dijo.
“Históricamente, cuando el crecimiento de las ganancias por acción anticipadas se vuelve negativo, como lo es hoy, la Reserva Federal está recortando las tasas, no subiéndolas”, escribió Wilson. “Sin embargo, la Fed se ha visto obstaculizada por la inflación, lo que hace que este ciclo sea una anomalía histórica en este sentido; en última instancia, un viento en contra a corto plazo para las acciones, en nuestra opinión, hasta que comience un ciclo de relajación”.
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