Bloomberg — El impulso de la zona euro se ralentizó en el segundo trimestre, la última mala noticia económica para el Banco Central Europeo.
El Producto Interno Bruto aumentó un 0,2% con respecto al trimestre anterior, menos del 0,3% comunicado inicialmente por la agencia estadística del bloque. Mientras que el comercio y el gasto público apoyaron el crecimiento, la inversión siguió siendo un lastre, según Eurostat.
El consumo privado -considerado un pilar clave de la recuperación de la zona euro- no despegó en el periodo a pesar de que los hogares se benefician de una inflación más lenta, un aumento de los ingresos y un mercado laboral resistente.
El empleo volvió a crecer en el trimestre, aunque el ritmo se ralentizó hasta el 0,2% desde el 0,3%, según Eurostat.
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Los datos llegan menos de una semana antes de que se prevea que el Banco Central Europeo (BCE) vuelva a bajar los tasas de interés tras una reducción inicial en junio. La lentitud del impulso económico se ha convertido en una preocupación creciente, y algunos funcionarios advierten de que la política no debería frenar a la región durante demasiado tiempo.
Una fuente clave de debilidad es Alemania, la mayor economía del bloque, donde la producción se contrajo en el segundo trimestre en medio de una prolongada debilidad del importante sector manufacturero.
La industria también empezó el tercer trimestre con mal pie, según los datos de este viernes que mostraron que la producción cayó más de lo previsto en julio, una tendencia que también se observa en Francia.
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