Latinoamérica condiciona su crecimiento para 2026 y estas economías lograrían destacar

Los organismos multilaterales ya revelaron sus apuestas de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe en 2026. Estas son las proyecciones más recientes.

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Rascacielos en Belém, Brasil, el miércoles 7 de mayo de 2025.
09 de diciembre, 2025 | 08:00 AM

Bloomberg Línea — Latinoamérica y el Caribe extendería el próximo año un ciclo de bajo crecimiento del cual no ha logrado salir, con solo unos pocos países destacándose por encima del promedio, según una revisión de las más recientes proyecciones de organismos como el Banco Mundial, Cepal, FMI y OCDE.

El crecimiento de Latinoamérica y el Caribe se encamina a ser más débil que en 2025 y se ubicaría de nuevo por debajo del 3%.

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La región recibirá 2026 en medio de las presiones inflacionarias y fiscales, un consumo debilitado, baja productividad e incertidumbre política en algunos mercados.

El próximo año también estará marcado por las dudas por el rumbo de la política monetaria.

De fondo, se escuchará aún el ruido provocado por la guerra arancelaria y las imprevisibles políticas arancelarias de Donald Trump.

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Ver más: Los países que más crecerían en Latinoamérica en 2025 y 2026, tras nuevo ajuste del Banco Mundial

“Latinoamérica y el Caribe llega a 2026 condicionados por tres frenos estructurales. El primero es fiscal: muchos gobiernos operan con deudas más caras, escaso espacio para invertir y presiones sociales que limitan cualquier impulso contracíclico”, dijo a Bloomberg Línea Paula Chaves, analista de mercados de la firma HFM.

El segundo freno estructural es el rezago en productividad y tecnología, justo cuando la economía global acelera en inteligencia artificial.

En su opinión, la región aún carece de infraestructura digital, regulación moderna y capital humano suficiente para absorberla plenamente.

Avenida Paulista, Brasil.

Según la analista, la región debe avanzar hacia una cultura empresarial orientada de manera explícita a la productividad, la innovación y la adopción tecnológica. “Sin un salto en productividad, tanto pública como privada, será difícil sostener un crecimiento capaz de aprovechar el nuevo ciclo global”.

Y en tercera instancia se refiere a un consumo interno debilitado por una inflación que, aunque ha bajado, “permanece más rígida que en otras regiones debido al encarecimiento de servicios, alimentos y transporte", junto a tasas reales aún elevadas que frenan el crédito y moderan el gasto de los hogares”.

A estos frenos se suma un desafío de gobernanza, representado en la necesidad urgente de mejorar la eficiencia del gasto público, reducir el déficit, controlar el crecimiento de la deuda y combatir la corrupción, “que actúa como una fuga permanente de recursos y un desincentivo para la inversión”, según Chaves. “Sin estos pilares, cualquier oportunidad externa pierde profundidad”.

Economías que se destacarían

Georgetown, Guyana con actividad industrial a lo largo de la costa del río Demerara y un barco de carga al fondo.

Las previsiones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe son tibias y reflejan el actual momento de incertidumbre de la economía global.

El crecimiento regional no será uniforme el próximo año.

Las grandes economías regionales no se destacarían precisamente por liderar el crecimiento regional, sino que han vuelto a ceder el protagonismo a otros países como Guyana, que tiene una previsión excepcional en medio del ‘boom’ petrolero.

Las proyecciones para el crecimiento de Guyana en 2025 se mueven entre un 11,8% (Banco Mundial) y un 12,1% (Cepal).

Entre tanto, para 2026 sus proyecciones de crecimiento van desde un 22,4% a un 24%, según la respectiva fuente.

Según el Banco Mundial, después de Guyana, el país que más crecería en 2025 sería Argentina (4,6%), lo que marcaría una recuperación tras el estancamiento sufrido en 2024.

“Argentina conserva un potencial de sorpresa positiva condicionado estrictamente a su credibilidad económica y a su disciplina fiscal”, dice Chaves.

Después de estos países vienen Paraguay (4,2%), San Vicente y las Granadinas (4%), Panamá y Guatemala (3,9%) y Costa Rica (3,6%).

Ver más: China pasó de prestar a cobrar: estos son los países en Latinoamérica que acumularon más deuda

En 2026, después de Guyana, el Banco Mundial cree que los mejores desempeños se registrarán en República Dominicana (4,3%), Panamá (4,1%), Argentina (4%), Paraguay y Guatemala (3,7%), Surinam (3,4%), Nicaragua (3%), San Vicente y las Granadinas (2,9%) y Colombia (2,7%).

Un caso llamativo para el próximo año es el de Venezuela, al que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) le otorgó una proyección de crecimiento del 6% en 2025 y del 3% en el 2026.

Proyecciones de crecimiento de Latinoamérica

Banco Mundial

Banco Mundial

A comienzos de octubre, el Banco Mundial (BM) ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe frente a su informe de abril, hasta un 2,3% en 2025 y un 2,5% en 2026, aunque de cualquier forma será el ritmo más lento entre las regiones del mundo.

El bajo crecimiento en Latinoamérica refleja, en parte, “un entorno externo que ofrece un apoyo limitado, caracterizado por un enfriamiento de la economía mundial, la caída de los precios de las materias primas y una mayor incertidumbre”, según el Banco Mundial.

FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento de América Latina y el Caribe será del 2,4% en 2025 y de 2,3% en 2026.

Estas cifras representan una ligera mejora respecto al informe de julio, pero confirman que la región no logra recuperar el dinamismo prepandémico.

El informe señala que “la previsión para 2025 se revisa al alza en 0,4 puntos porcentuales con respecto a abril, debido a menores aranceles para la mayoría de los países de la región y a datos entrantes más sólidos de lo esperado”.

Cepal

Ya a finales de octubre, la Cepal ajustó al alza proyecciones de crecimiento para 2025 en la región, desde el 2,2% proyectado en agosto al 2,4% del nuevo informe.

Para el próximo año aún espera que la economía regional se expanda un 2,3%.

Según la Cepal, de concretarse esta estimación, serían cuatro años en que la región crecería a tasas de alrededor de 2,3%, , con lo que el promedio del crecimiento del PIB regional para el período 2017 – 2026 sería de 1,6%.

OCDE

La OCDE recortó en diciembre su previsión de crecimiento para Argentina y mejoró la de Brasil para este 2025, mientras que México tendrá una expansión mínima del PIB este año, según su último informe económico.

La previsión para Argentina es que su economía crezca un 4,2% en 2025 (en septiembre la OCDE preveía que crecería un 4,5%) desde una caída del 1,9% en 2024.

La OCDE también rebajó su proyección de crecimiento para Argentina del próximo año del 4,3% al 3%, antes de repuntar de nuevo hasta el 3,9% en 2027.

Para Brasil, la mayor economía de América Latina, la previsión pasó del 2,3% estimado en septiembre al 2,4% para el 2025, con la demanda interna como motor principal.

Ver más: ¿Hasta dónde caerá el dólar en América Latina? Los riesgos locales pesarán aún más en 2026

En 2026, espera que la economía de Brasil crezca un 1,7% (la mantuvo sin cambios) y en 2027 estima una expansión del PIB del 2,2%.

México, la segunda mayor economía de la región, se mantendría rezagado con un crecimiento de apenas el 0,7% en el 2025, levemente inferior frente al 0,8% esperado en el reporte pasado.

La economía mexicana repuntaría en 2026 con una expansión del PIB del 1,2% (antes esperaba un 1,3%) y en el 2027 del 1,7%.

¿Una ventana para América Latina?

Ciudad de México - Rascacielos

La analista Paula Chaves observa el inicio de un nuevo macrociclo global, un patrón que suele repetirse cada 10 a 12 años y en el que los mercados emergentes y las materias primas se valorizan de forma simultánea.

A diferencia de episodios anteriores, este ciclo coincide ahora con el buen desempeño de las bolsas desarrolladas.

“En el pasado, este patrón solía darse en oposición al desempeño de las bolsas desarrolladas”, expresó Chaves. “Sin embargo, hoy ocurre algo inusual: tanto los mercados tecnológicos como los emergentes y los commodities avanzan al mismo tiempo”.

El alza del cobre, la plata y el litio avanza en paralelo a un mercado estadounidense todavía robusto, impulsado por la expansión de la inteligencia artificial y por la expectativa de que la Reserva Federal flexibilice su política monetaria en 2026.

En este contexto, Chaves dice que América Latina encara 2026 con oportunidades concretas.

La analista de mercados de HFM considera que México encuentra soporte en su integración manufacturera con Estados Unidos.

Entre tanto, Brasil aporta estabilidad desde su agroindustria y su mercado interno.

Costa Rica, Panamá y República Dominicana forman un triángulo competitivo basado en logística, innovación y servicios.

La transición energética mantiene elevada la demanda de minerales estratégicos, lo que refuerza el papel de Chile y Perú.

Además, ofrece a Argentina una ventana de recuperación si logra estabilizar su economía.

En paralelo, la adopción de inteligencia artificial en sectores como banca, comercio, salud y logística podría impulsar la productividad regional, siempre que exista un marco institucional adecuado.

El turismo —sobre todo en el Caribe— consolida su aporte como motor económico, favorecido por el trabajo remoto y las estancias prolongadas.

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