Bloomberg — La economía argentina registró una ligera expansión mensual en agosto, a pesar de la crisis de liquidez, lo que supone una victoria para el presidente Javier Milei antes de las cruciales elecciones de mitad de mandato que se celebrarán este fin de semana.
La actividad económica creció un 0,3 % con respecto a julio, tras tres meses consecutivos de contracción. Desde agosto del año pasado, la economía creció un 2,4 %, ligeramente por encima de la estimación media de los economistas, que era del 2,3 %, según las estadísticas publicadas el miércoles por el Gobierno.
VER MÁS: Milei diseña el día después: cambios en el Gabinete y negociación con gobernadores
La economía argentina había estado desacelerándose desde el tercer trimestre del año pasado, antes de contraerse un 0,1 % en los tres meses hasta junio. En julio, el Banco Central dejó de renovar sus bonos a corto plazo denominados LEFI, lo que provocó una crisis de liquidez que solo empeoró a medida que se acercaban las elecciones provinciales de Buenos Aires del 7 de septiembre.
La presión del banco central para contener la presión resultante sobre el peso dejó a los bancos y corredores sin moneda local y elevó las tasas a corto plazo a tres dígitos, lo que se sumó al lastre de la segunda economía más grande de Sudamérica.
Después de que el partido de Milei sufriera una derrota aplastante en Buenos Aires, los operadores continuaron apostando contra el peso, lo que llevó al secretario estadounidense Scott Bessent a intervenir con un rescate de US$20.000 millones.
La volatilidad sigue siendo alta antes de las elecciones de mitad de mandato del 26 de octubre, mucho más importantes, en las que los argentinos renovarán la mitad de la Cámara Baja y un tercio del Senado.
Los inversores se quedan con una serie de preguntas por resolver, como si las reformas promercado de Milei tendrán capacidad de resistencia y si el Gobierno podrá evitar una devaluación de la moneda.
El equipo económico ha afirmado que espera que la política monetaria se normalice tras las elecciones y que no prevé cambios en su política cambiaria.
En un respiro para los argentinos, la pobreza del país descendió a su nivel más bajo desde 2018 y el desempleo cayó en el segundo trimestre.
Se espera que Argentina tenga una inflación del 30% y crezca un 3,9% en 2025, según la última encuesta del Banco Central a economistas.
--Con la colaboración de Giovanna Serafim.
Lea más en Bloomberg.com
