Los argentinos se lanzan a comprar bonos a corto plazo para eludir los controles cambiarios

Empresas están comprando bonos corporativos, provinciales y soberanos para hacerse de dólares. Esa demanda llevó a que algunos títulos emitidos localmente tengan costos de endeudamiento más bajos que los bonos del Tesoro de EE.UU.

Los peatones caminan por la Plaza de Mayo, cerca de la Casa Rosada y el Banco Nación de Argentina en Buenos Aires, Argentina, el miércoles 10 de diciembre de 2025.
Por Ignacio Olivera Doll
23 de diciembre, 2025 | 04:44 PM

Las empresas e inversionistas argentinos están pagando una prima para abastecerse de dólares en un esfuerzo creativo por eludir los controles monetarios del presidente Javier Milei.

Aunque hoy en día los particulares se enfrentan a menos restricciones, las empresas siguen encontrando obstáculos para comprar y vender dólares, ya que Milei intenta evitar grandes fluctuaciones en el peso. Para eludir los controles, las empresas están comprando bonos corporativos, provinciales y soberanos a corto plazo utilizando pesos para recibir los pagos de cupones y capital en dólares.

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El aumento de la demanda ha reducido tanto los rendimientos que algunos de los bonos corporativos y provinciales en dólares emitidos localmente en Argentina tienen costos de endeudamiento más bajos que los bonos del Tesoro de EE.UU. de referencia. En algunos casos, los rendimientos son negativos, lo que indica que el objetivo principal no es mantener los activos hasta su vencimiento, sino acceder a dólares.

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Detrás de esta distorsión se encuentra un marco normativo que sigue obstaculizando el acceso a los dólares. Antes de las elecciones de mitad de mandato de octubre, el Banco Central de Argentina impuso una restricción cruzada que limita la capacidad de las empresas para cambiar entre el mercado oficial de divisas y las dos principales vías basadas en valores para adquirir dólares. Antes de que entrara en vigor la nueva norma, los inversionistas y las empresas compraban habitualmente valores en pesos y los vendían a cambio de dólares. Esto les permitía convertir legalmente pesos en dólares a un tipo de cambio implícito más débil que el oficial.

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La restricción cruzada es importante para las empresas que necesitan el mercado cambiario oficial para pagar facturas de importación o pagar la deuda externa. Según la norma, una empresa que cambie dólares utilizando la vía de los valores corre el riesgo de perder el acceso a ese mercado durante 90 días. La compra de bonos en dólares estadounidenses a corto plazo ofrece una solución alternativa, ya que permite acceder a dólares sin cerrar la ventana oficial.

Esto ha provocado que los rendimientos de ciertos instrumentos sean negativos, con el bono de Pan American Energy LLC con vencimiento el 2 de marzo con un rendimiento del -4,5% y el del Grupo Financiero Galicia SA con vencimiento el 30 de diciembre con un rendimiento de alrededor del -2%, según datos recopilados por Bloomberg. El bono de Pampa Energía S.A. con vencimiento el 26 de marzo se acerca a un rendimiento del 1,7%, mientras que los bonos emitidos por la provincia de Córdoba con vencimiento en octubre tienen un rendimiento negativo del 2,5%, según muestran los datos. Emisores como Pampa y Genneia S.A. han recomprado deuda este mes después de que los rendimientos de algunos de sus bonos a corto plazo cayeran aún más.

“Esto está relacionado con las restricciones”, afirmó Diego Méndez, jefe del equipo de crédito corporativo de la correduría local PPI. “Los inversionistas compran bonos a corto plazo y, cuando se pagan los dólares, los mantienen en sus libros. Pagan una prima adicional porque lo que quieren son los dólares“, explicó. La demanda es mayor en los casos en que las empresas buscan dólares para cubrir su exposición cambiaria. ”Hay presión en la parte más adelantada porque la cobertura se realiza con dólares reales", explicó Méndez.

Más allá de la curva del Tesoro argentino, los rendimientos siguen siendo claramente positivos, lo que sugiere que la tendencia reciente no marca una reevaluación general del riesgo crediticio argentino. Los bonos a más largo plazo, como los del Grupo Galicia que vencen en julio, ofrecen actualmente un rendimiento de alrededor del 5,5%, según datos recopilados por Bloomberg. Los bonos soberanos argentinos a largo plazo emitidos en el extranjero, como los que vencen en 2035, ofrecen un rendimiento superior al 9,8%, lo que refleja con mayor precisión la evaluación del riesgo por parte de los inversionistas globales.

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Una prima similar se observa en el tipo CCL, un tipo de cambio flotante para los inversionistas que recientemente se ha negociado por encima de la banda cambiaria del banco central. La banda, que se lanzó con un rango de 1.000 a 1.400 pesos y ajustes mensuales, se ampliará más rápidamente que el ritmo mensual actual del 1% en enero, cuando el banco central tiene previsto indexarla a la inflación mensual, que ahora se sitúa en el 2,5%.

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Los recientes cambios en el frente también suponen un beneficio para los emisores. Pampa, Genneia y otras empresas han podido recomprar en las últimas semanas deuda pendiente por debajo del precio de emisión, con la misma prima que perjudica a los compradores convirtiéndose en un descuento para los emisores que buscan amortizar sus pasivos anticipadamente.

“Para los inversionistas locales, invertir en bonos del Tesoro de EE.UU. o de Apple a menudo no tiene sentido: una vez que se suman los impuestos sobre los activos extranjeros, los controles cambiarios y las comisiones de los corredores, el rendimiento neto puede volverse negativo, por lo que todo ese efectivo termina destinándose a bonos corporativos y provinciales argentinos a corto plazo”, afirmó Juan Manuel Pazos, jefe de estrategia de la correduría local One618.

Que estos bonos tengan rendimientos negativos o inferiores a los del Tesoro de EE.UU. no es tan irracional cuando la alternativa es dejar los dólares al 0% en una cuenta de ahorros: cualquier rendimiento positivo de un bono local parece mejor que eso", afirma Pazos.

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