Bloomberg — El Presidente de Chile, Gabriel Boric, se enfrenta a otro obstáculo en su agenda política: la revelación de unas cenas en la casa de un lobista político a las que asistieron miembros de su gabinete y representantes de la industria, y que no fueron informadas al público.
CIPER, un sitio web de noticias de investigación, informó el 29 de diciembre sobre reuniones en la casa del lobista Pablo Zalaquett a las que asistieron el ministro de Economía, Nicolás Grau, y la ministra de Medio Ambiente, Maisa Rojas, así como ejecutivos de la industria salmonera y pesquera local. Las reuniones no se divulgaron en la plataforma de transparencia del país.
Informes posteriores mostraron que la ministra del Interior, Carolina Toha, y otros miembros del gabinete, legisladores de oposición y ejecutivos de administradoras de fondos de pensiones también habían asistido a algunas cenas.
Días después de las reuniones, el Gobierno anunció que planea presentar un proyecto de ley para reformar las leyes y cuotas de pesca de Chile, así como otro impulso para reformar el sistema de pensiones. Esto está dando lugar a peticiones de funcionarios y políticos de la oposición para que se investigue más a fondo.
No se cumplió la ley de lobbies del país, que obliga a registrar las reuniones entre autoridades y empresarios. Zalaquett es un ex alcalde de dos distritos de Santiago del partido derechista UDI.
La administración de Boric se ha visto empañada por polémicas y escándalos de corrupción en los últimos meses. El ministro de Vivienda, Carlos Montes, sobrevivió a una votación de destitución la semana pasada en medio de acusaciones de corrupción y tráfico de influencias en su ministerio.
Giorgio Jackson, estrecho colaborador de Boric, dimitió del Ministerio de Desarrollo Social en agosto por el mismo caso, lo que desencadenó una remodelación del gabinete.
Boric aseguró que sus ministros no infringieron la ley y dijo que ha pedido a su Gobierno “reunirse con todos los actores para llegar a acuerdos que beneficien al pueblo de Chile”, mientras que la portavoz de su Gobierno, Camila Vallejo, dijo que no era necesario dejar constancia de las conversaciones, ya que estaban destinadas a tratar temas generales de fondo.















