Bloomberg Línea — El huevo colombiano empieza a ganar visibilidad en el comercio internacional en un contexto marcado por ajustes productivos, volatilidad en los insumos y cambios en los flujos globales de alimentos.
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Aunque el mercado mundial de huevo fresco sigue siendo reducido y altamente concentrado, Colombia registra un crecimiento acelerado de sus exportaciones, que aún son marginales frente a la producción total, pero que abren una nueva línea de diversificación para el sector avícola.
“El mercado internacional de materias primas mostró dinámicas de contraste en 2025”, señala el informe de la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia.
De acuerdo con el análisis, el precio del maíz promedió US$203 por tonelada entre enero y noviembre, con un aumento del 7% frente al mismo periodo de 2024, mientras que la soya cayó 12% y la torta de soya registró un descenso del 19%. Estos son insumos clave para la producción del huevo, como alimento de las aves ponedoras.
“Para el sector avícola, esta corrección reduce la presión sobre los costos de producción, aunque la volatilidad del maíz sigue siendo un factor crítico para la planeación financiera”, advierte.
En este entorno, el comercio internacional del huevo enfrenta limitaciones estructurales. El informe advierte que “el comercio global de huevo fresco para consumo directo tiene unas exigencias sanitarias altas y no es de gran tamaño, debido al reto logístico de su transporte”.
Además, precisa que “buena parte del comercio global ocurre por tierra entre países fronterizos”, lo que restringe la participación de exportadores lejanos. En 2024, las importaciones mundiales de huevo fresco sumaron US$3.270 millones, concentradas principalmente en Alemania y Países Bajos, seguidos por China, Singapur y Emiratos Árabes Unidos.
La coyuntura sanitaria internacional alteró parcialmente este panorama. Según Bancolombia, “la influenza aviar en 2025, que llevó al sacrificio de un volumen importante de aves ponedoras en EE. UU. y Europa, reforzó la demanda de ovoproductos y reconfiguró flujos hacia mercados con capacidad de procesamiento”.
En ese contexto, se identifica una oportunidad acotada para Colombia en el mercado estadounidense. “EE. UU. importó US$10,4 millones en huevos y ovoproductos”, con participación de Brasil, México y Turquía, de acuerdo con cifras del Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA).
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Las ventas anunciadas hacia ese mercado se realizan bajo un esquema específico. “Las ventas de huevo colombiano que se han anunciado hacia ese país son bajo el esquema de huevos para quebrar”, señala el documento, aclarando que estos productos “no van a la mesa del consumidor sino a la industria para uso como materia prima”.
El informe subraya que estos esquemas “buscan continuidad y estandarización” y que, aunque “en valor es poco considerable, es algo estratégico”, pues permite contratos industriales, diversificación de destinos y monetización de divisas “sin presionar el mercado local”.
Las cifras muestran un crecimiento acelerado desde una base baja. “Tras cifras marginales en 2022, en 2023 se exportaron 32.824 unidades”, indica el banco.
El mayor salto ocurrió en 2024, con 10,6 millones de unidades, y en lo corrido de 2025, entre enero y septiembre, se alcanzaron 25,2 millones de unidades. Esto representa “un incremento del 203% frente al mismo periodo del año anterior”.
A pesar de este dinamismo, el documento enfatiza que “las exportaciones apenas equivalen al 1,5% de la producción de septiembre”, por lo que “no se prevén impactos en el precio interno”.
La concentración geográfica sigue siendo elevada. “Cuba concentra el 96% del volumen exportado, seguido por Aruba y otros mercados menores”, señala el análisis.
Este desempeño, según la entidad financiera, “responde a la apertura de nuevos canales comerciales y a la competitividad del producto colombiano en el Caribe”.
En paralelo, la producción nacional continúa en expansión. El documento recuerda que Colombia produjo 18.000 millones de huevos en 2024. En este contexto, el crecimiento exportador se da sin alterar la dinámica del mercado interno, que enfrenta una tendencia de precios a la baja por aumentos sostenidos de la oferta.
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Así, el huevo empieza a perfilarse como un nuevo, aunque todavía incipiente, vector exportador. El informe concluye que las exportaciones “tienen la oportunidad de consolidarse en el mercado internacional”, apoyadas en esquemas industriales, disciplina sanitaria y una estrategia que, por ahora, no compromete el equilibrio local del sector avícola.
