Ciudad de México — El Gobierno de México, a través de la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), necesita inversiones por hasta US$30.000 millones para ejecutar su plan de producción petroquímica, pero lo está arriesgando con las nuevas reglas del sector petrolero, advirtió el presidente de la Asociación Nacional de la Industria Química, (ANIQ), José Carlos Pons.
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“(El plan) solucionaría una parte de nuestro problema de suministro, pero requiere inversión y participación de la industria privada”, declaró el también director de finanzas de Alpek (ALPEKA), una compañía mexicana productora de plásticos, durante una conferencia de prensa en la Ciudad de México.
Actualmente, la industria química es deficitaria porque consume US$45.000 millones en insumos petroquímicos, de los cuales, 77% del total corresponde a importaciones.
“Tenemos un déficit muy importante con Estados Unidos”.
Pons estima que si el plan de Pemex resulta exitoso, sustituiría la mitad de las las importaciones.
El Plan Estratégico de Pemex 2025-2035 persigue una recuperación integral del sector petroquímico de México a través de la reactivación de complejos industriales destinados a impulsar el incremento “sostenido” en la producción de aromáticos, etano, etileno y sus derivados, además de modernizar el complejo petroquímico Escolín.
La rehabilitación de las plantas de etileno, polietilenos, óxido de etileno, glicoles y de las plantas de servicios auxiliares en los complejos petroquímicos Morelos y Cangrejera permitirá elevar la producción de petroquímicos, mejorando el abasto del mercado nacional, reduciendo las importaciones e incrementando la rentabilidad de Pemex, según el documento publicado en agosto.
El objetivo es incrementar la producción actual de derivados de etileno, uno de los productos más importantes para la industria química, de las 175.000 toneladas anuales previstas este año por la compañía hacia un millón de toneladas en 2030, un incremento superior al 400%.
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Para lograrlo, la petrolera mexicana dirigida por Víctor Rodríguez Padilla contempla esquemas de inversión desarrollados y financiados por empresas privadas.
Riesgo de sobrerregulación
El presidente de ANIQ advirtió que la sobrerregulación planteada en el proyecto de reglamento de la legislación secundaria, la Ley del Sector Hidrocarburos, arriesgaría inversiones de la industria química privada en el orden de US$45.000 a US$55.000 millones en los próximos 15 años.
La industria química emplea cinco productos con 47 fracciones arancelarias, pero el nuevo reglamento propone pasar a 10.000 productos con 2.300 fracciones arancelarias, explicó Pons.
El endurecimiento de las importaciones y regulación arancelaria por parte del Gobierno no es nuevo y está asociado a su lucha contra el contrabando de gasolina y diésel, un delito que ronda los US$9.000 millones anuales en daños a las finanzas públicas, en el que se disfrazan los combustibles importados con fracciones arancelarias de lubricantes, aceites y productos petroquímicos.
Cuestionado sobre el tema del contrabando y las medidas gubernamentales, el presidente de ANIQ respondió a Bloomberg Línea que la Asociación fomenta los controles del Gobierno, pero este no debe solucionar un problema que involucra al 5% de la industria regulando al 100%.
“No hagamos una escopetazo cuando quizá podamos resolverlo con algo más puntual”, dijo.
La asociación propuso que el reglamento regule exclusivamente los siguientes productos petroquímicos: metano, etano, propano, butanos y naftas, los cuales son las principales materias primas petroquímicas“.
La industria química y petroquímica provee de materias primas al 95% de las cadenas productivas de México, una pieza clave para el sector manufacturero en actividades, por ejemplo, fabricación de pinturas y tintas, farmacéutica, cuidado personal y proveeduría para diferentes industrias como la automotriz, de construcción, electrónica, textil y sector agrícola.
ANIQ representa el 95% de la producción privada de productos químicos y petroquímicos a través de 260 empresas afiliadas como Alpek, Dow y Exxonmobil.
