Bloomberg — Estados Unidos y México acordaron poner fin a una disputa por el agua en la frontera con Texas, días después de que el presidente Donald Trump prometiera imponer aranceles adicionales.
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Ambos gobiernos acordaron que México suministrará 202 000 acres-pies adicionales de agua a partir de la semana del 15 de diciembre y ultimarán un plan de distribución más amplio a finales de enero, según informó el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos en un comunicado el viernes.
El acuerdo busca “fortalecer la gestión del agua en la cuenca del Río Grande” en el marco del Tratado de Aguas de 1944, dijo la Secretaría de Relaciones Exteriores de México en un comunicado separado el sábado. El tratado obliga a México a entregar a EE UU 1,75 millones de acres-pies de agua durante cinco años procedentes del río Grande, mientras que EE UU está obligado a entregar a México 1,5 millones de acres-pies de agua procedentes del río Colorado.
El acuerdo alivia la creciente tensión entre los países después de que Trump amenazara con imponer aranceles adicionales del 5% a las importaciones mexicanas y fijara un plazo para las entregas de agua a partir del 31 de diciembre. Las comunidades a lo largo de la frontera entre EE.UU. y México en Texas se han visto afectadas por la escasez de agua, y la administración Trump prometió un salvavidas de US$12.000 millones para los agricultores afectados por los aranceles estadounidenses.
Las conversaciones entre ambas administraciones continuaron durante la semana.
La administración estadounidense afirma que México tiene un déficit de 865.000 acres-pies en la entrega de agua y ha acusado a México de continuos déficits en la entrega que han causado escasez de agua a agricultores y ganaderos en el Valle del Río Grande. El gobierno de la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum ha insistido en que no ha violado el tratado, diciendo que ha continuado haciendo entregas de agua a pesar de una grave sequía en la región.
En la declaración del viernes, la secretaria de Agricultura de EE.UU., Brooke Rollins, calificó el acuerdo como “un paso en la dirección correcta”, pero advirtió que la administración Trump podría seguir adelante con aranceles adicionales a las importaciones mexicanas si el país continúa violando el tratado sobre el agua.
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