La nueva asociación de la empresa con Nvidia hizo que las acciones de Intel se dispararan la semana pasada, impulsando el avance de este año hasta el 48%.
El respaldo de Nvidia se suma al del gobierno de EE.UU. y SoftBank, en una movida que refuerza el carácter estratégico de Intel frente a rivales como AMD y al avance de China.
Los mercados reaccionaron al primer recorte de tasas de la Reserva Federal en 2025, en un contexto de desaceleración laboral y expectativas de mayor estímulo monetario.
El consejero delegado de Qualcomm Inc. El consejero delegado, Cristiano Amon, afirmó que la tecnología de producción de Intel Corp. no es actualmente lo suficientemente buena como para que el fabricante de procesadores para teléfonos móviles la utilice como proveedor.
La compañía no sabrá hasta entonces si está lista para dar luz verde a un método llamado 14A, según declaró el director financiero Dave Zinsner en una conferencia tecnológica.
Los comentarios de Lutnick se producen después de que el viernes pasado se cerrara un acuerdo por el que el gobierno estadounidense obtenía una participación en Intel en un intento de dar la vuelta al fabricante de chips.
Los índices de Wall Street retrocedieron tras los máximos recientes, en medio del repunte de los rendimientos del Tesoro y la expectativa por el PCE de julio.
Es posible que la presión de Trump ayude a la empresa a conseguir más clientes para su brazo productivo y así justificar la ampliación de la fabricación nacional.
Las acciones tecnológicas lideraron las pérdidas en Wall Street ante crecientes dudas sobre las valoraciones del sector, mientras los inversionistas aguardan por el discurso de Powell.
Intel recibió un doble espaldarazo: Trump evalúa que EE.UU. tome hasta 10% de la compañía y SoftBank inyecta US$2.000 millones, impulsando a la acción en Wall Street.
SoftBank pagará US$23 por acción ordinaria de Intel, dijeron las empresas en una declaración conjunta el lunes. El acuerdo estará sujeto a las condiciones de cierre habituales, señalaron.
El hecho implicaría convertir en acciones una parte o la totalidad de las subvenciones de la empresa procedentes de la Ley de Chips y Ciencia de Estados Unidos.
Este veterano de la industria tecnológica y del capital riesgo, de 65 años, ha amasado una fortuna valorada en al menos US$1.100 millones, según el Índice de Multimillonarios de Bloomberg.
Los planes surgen de una reunión celebrada esta semana entre el presidente Donald Trump y el CEO de Intel, Lip-Bu Tan, según personas familiarizadas con el asunto.