QUITO — El peligro por la invasión de Rusia a Ucrania es inminente y el Ecuador ha gestionado de forma rápida el retorno de más de 700 ecuatorianos que residían en territorio ucraniano. Primero, trabajó para sacarlos a terceros países y al momento 689 connacionales ya están en un lugar seguro. Lo segundo es que para este viernes 4 de marzo está previsto que aterrice en Quito el primer vuelo humanitario fletado por el Gobierno con capacidad para 350 personas. El periplo será Budapest (Hungría)-Varsovia (Polonia)-Quito.
Y aunque todo apuntaba a que la pesadilla terminaría allí, no fue así. Hoy, decenas de ecuatorianos –especialmente estudiantes- han manifestado su deseo de permanecer en Europa, en los países que les acogieron de forma temporal. El problema es que si lo hacen se convertirían en migrantes irregulares, algo en lo que Polonia, por ejemplo, ha mostrado ser muy estricto y es precisamente en ese país donde están la mayoría de ecuatorianos que huyeron de Ucrania.
¿POR QUÉ NO QUIEREN REGRESAR AL ECUADOR?
La trama se ha ido conociendo con el pasar de los días, cuando el canciller Juan Carlos Holguín, compartió en Twitter el mensaje de un padre de familia que le solicitaba ayuda para tramitar una visa de turismo en el espacio Schengen para su hijo. “Buen día, señor canciller. Hemos hablado con mi hijo para convencerlo a que retorne al país, pero no lo hemos logrado. Ruego de la manera más cordial su ayuda guiándonos para poder tramitar una visa de turista. Anticipo mis agradecimientos”, decía el texto.
Lo que parecía un caso aislado, se volvió tendencia. La Cancillería, por respeto a la identidad de los ciudadanos, no ha querido dar cifras ni precisar nombres, pero en redes sociales los casos de quienes se resisten a volver al país a pesar de la guerra han ido en incremento.
Holguín ha sido enfático en que el Ecuador no puede ni tramitará visas para los ecuatorianos que quieran permanecer en terceros países y que lo único que puede garantizar el Gobierno es el retorno seguro de los compatriotas en vuelos humanitarios. “Los que se quieran quedar tendrán que firmar una declaración de descargo donde asumen su responsabilidad de quedarse de forma irregular allá. Nosotros nos hacemos cargo de traer sanos y salvos a los ecuatorianos que decidan salir de una guerra y no vamos a aupar una responsabilidad”, dijo Holguín en una rueda de prensa.
¿CUÁLES SON LOS MOTIVOS PARA NO VOLVER?
El principal motivo de los jóvenes ecuatorianos es que no quieren dejar truncas sus carreras universitarias, por las que muchos incluso se endeudaron en Ecuador. Y aunque es incierto que puedan continuar con sus estudios en medio de una guerra, no pierden la esperanza. Desde el país, la Secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt) y la Unesco han señalado que harán “todas las políticas públicas de inserción para que tengan esas oportunidades que no tuvieron y que les hicieron salir del país”, manifestó el canciller.
Es decir, el Gobierno nacional desarrollará un plan de contingencia para que puedan continuar sus estudios en universidades ecuatorianas. Hasta ahora se han analizado más de 300 casos que podrían beneficiarse de este plan.
EL PROBLEMA MIGRATORIO
Pero hay un lado más oscuro que el propio Holguín denunció y es que “existirían personas inescrupulosas” que incitan a los jóvenes ecuatorianos que han salido de Ucrania a que se queden en otro país y “hay padres que, creyéndoles, piden al Gobierno ecuatoriano visas para otros países, incluidas visas para el espacio Schengen”.
A decir del jefe de la diplomacia nacional, hay datos de estudiantes que salieron por movimientos migratorios de turismo y luego se quedaron en Ucrania. En esos casos, “los pasaportes son retenidos allá por universidades hasta tramitarles su supuesta formalización”, expresó el canciller aunque insistió en aún “son teorías que hoy no son prioridad analizarlas, para nosotros la prioridad es traer a todos los ecuatorianos al Ecuador”.
Esta irregularidad precisamente habría sido la que ayudó a que exista un subregistro de connacionales en Ucrania, pues en un principio no llegaban a 100 y hoy superan los 700. Para Holguín es evidente, entonces, que había un alto número de población indocumentada.
Por ahora, todo está listo para el primer vuelo humanitario que el Gobierno ha asegurado saldrá “lleno” desde el otro lado del mundo.