Bloomberg — Alimentos y suministros médicos comenzaron a cruzar a Gaza desde Egipto por primera vez desde que estalló la guerra entre Israel y Hamás hace dos semanas, atendiendo así una demanda clave de los líderes estadounidenses, europeos y árabes a medida que empeora la situación humanitaria en el territorio asediado. La apertura de la frontera podría permitir la salida de extranjeros del enclave, aunque la embajada estadounidense advirtió anteriormente de que las condiciones serían “caóticas”.
Decenas de dirigentes y altos funcionarios de Oriente Próximo, Europa y África se dieron cita en El Cairo, en busca de fórmulas para evitar que la guerra entre Israel y Hamás se convierta en un conflicto de mayor envergadura. El presidente egipcio, Abdel-Fattah El-Sisi, dijo que había acordado con el presidente estadounidense, Joe Biden, que el paso fronterizo de Rafah debía abrirse de forma “sostenible”.
La reunión se produce después de que Hamás liberara a última hora del viernes a dos rehenes estadounidenses en Gaza. También se produce en un momento en el que Israel y Estados Unidos comienzan a planificar cómo y quién gestionará el territorio palestino tras una invasión terrestre israelí ampliamente esperada.

Egipto inauguró su cumbre de crisis en El Cairo con la presencia de los líderes de Italia, Qatar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania y Sudáfrica, así como altos funcionarios de la UE, Turquía, Rusia y China.
Muchos de los dirigentes árabes reiteraron sus llamamientos a la distensión mientras Israel prosigue sus ataques aéreos contra Gaza y se prepara para una esperada ofensiva terrestre. No estaba prevista la asistencia de altos cargos de Israel ni de Estados Unidos. Tampoco de Hamás, grupo designado terrorista por Estados Unidos y la UE.
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