Ray Dalio advirtió que China debe recortar su deuda y relajar su política monetaria o enfrentarse a “una década perdida”.
El multimillonario fundador de Bridgewater Associates dijo en un post de casi 5.000 palabras en LinkedIn que está de acuerdo con la advertencia del presidente chino, Xi Jinping, de un periodo de 100 años de cambios sin precedentes y recomienda al país que tome medidas para gestionar su problema de deuda.
El titán de los fondos de cobertura se refería al lema político del Partido Comunista Chino de “grandes cambios nunca vistos en un siglo”, utilizado para describir la trayectoria futura del orden internacional. Aunque la frase fue utilizada por primera vez por académicos chinos tras la recesión de 2008, fue adoptada por el partido en 2017 y desde entonces se utiliza en contextos diplomáticos.
“Cuando hay mucha deuda y grandes diferencias de riqueza al mismo tiempo que se producen grandes conflictos de poder nacionales e internacionales, y/o grandes cambios disruptivos en la naturaleza, y grandes cambios en la tecnología, aumenta la probabilidad de que se produzca una ‘gran tormenta de 100 años’”, escribió.
Añadió que las tensiones entre China y Estados Unidos están provocando que los inversores extranjeros se diversifiquen o abandonen China por miedo a ser discriminados. Esto está provocando que China tenga dificultades para obtener inversiones, y sin una reconciliación de los choques económicos y culturales, la probabilidad de una guerra en los próximos 10 años es alta”.
Dalio tiene un largo historial de relaciones con funcionarios chinos y ha expresado su admiración por algunas de las políticas económicas de Pekín, al tiempo que ha desarrollado sus negocios allí. Lleva años advirtiendo de los riesgos de conflicto entre Estados Unidos y China.
Para gestionar su problema de deuda, Dalio recomienda que China diseñe un desapalancamiento y una relajación de la política monetaria al mismo tiempo, pero reconoce que tal medida sería difícil y políticamente peligrosa, ya que provocaría grandes cambios en los niveles de riqueza.
“Nadie sabe hasta qué punto el péndulo volverá a oscilar hacia las formas más maoístas/marxistas de hacer las cosas”, escribió Dalio. “El impedimento es que comunicarse más directamente no es la forma tradicional de hacer las cosas de los dirigentes chinos, lo cual, a medida que China retrocede hacia las formas más tradicionales de hacer las cosas, es comprensible”.
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