Bloomberg — La superestrella Taylor Swift regresará a los escenarios en el mes de mayo para el tramo europeo de su exitosísimo Eras Tour, donde acumulará millas en su jet privado, que la transportará de París a Estocolmo y luego a Lisboa.
Para compensar sus emisiones, la joven multimillonaria de la música ha optado por comprar bonos de carbono, lo mismo que han hecho los ultrarricos de siempre, como Jeff Bezos y Bill Gates.
De acuerdo con Tree Paine, su publicista, Taylor ha adquirido más del doble de los créditos de carbono que necesita para compensar todos sus desplazamientos antes de iniciar su Eras Tour en marzo del año pasado.
Teóricamente, eso implica que el transporte en jet privado de la popular estrella es algo más que neutro en emisiones de carbono: es carbono negativo y favorece al medio ambiente.
Sin embargo, una contabilización tan sencilla se complica ante la realidad de este mercado, una controvertida herramienta en esta lucha contra el cambio climático.
Sus partidarios sostienen que es preciso alentar a las personas y las compañías a compensar sus inevitables emisiones. Otros señalan que a este mercado le falta transparencia y cuenta con una fuerte variación en la calidad de sus créditos.
Barbara Haya, directora del Berkeley Carbon Trading Project (Proyecto de intercambio de carbono de Berkeley), y Gilles Dufrasne, líder de políticas de mercados globales de carbono en Carbon Market Watch (obervatorio del mercado de carbono), explicaron por qué Swift y otros multimillonarios compran estas compensaciones y los matices del mercado aún incipiente.
¿Cómo funciona el mercado de compensación de carbono?
Alguien pone en marcha un proyecto destinado a reducir la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, ya sea mediante prevención o eliminación, y lo financia vendiendo créditos.
Los proyectos, que van desde la captura de carbono tecnológicamente intensiva hasta la supuesta “salvación” de árboles, son verificados por registros de terceros como American Carbon Registry (Registro Americano de Carbono) y Gold Standard antes de incluirlos en la lista y venderlos como créditos. Cada uno representa una tonelada métrica de carbono, por lo que si un proyecto vende 50 créditos, está destinado a prevenir o eliminar 50 toneladas de carbono de la atmósfera.
Una vez que se compra un crédito, se puede vender nuevamente hasta que se “retire”, lo que significa que se ha utilizado para compensar emisiones. El público sólo puede ver quién compró qué proyecto una vez que eso suceda.
¿Puede el público ver alguno de los créditos de Swift?
Hasta el momento, no hay evidencia de que la estrella del pop haya retirado alguno de sus créditos.
Haya ayuda a mantener la base de datos de la Universidad de California en Berkeley que rastrea las emisiones y retiros históricos de varios de los mayores registros voluntarios de créditos de carbono. No hay registro de nada relacionado con Taylor Swift hasta finales de 2023, la última fecha de la que hay información disponible.
Hay varias razones por las que los créditos de Swift podrían no aparecer aquí: puede que los haya comprado en otro lugar, que aún no los haya retirado o que haya elegido incluirse como “Anónimo”.
Paine, publicista de Swift, no respondió a múltiples solicitudes de aclaración y más información sobre los créditos que compró Swift.
¿Cuánto carbono emiten los aviones de Swift?
Los dos aviones de Swift, ambos Dassault Falcons, pasaron 364 horas en el aire el año pasado, emitiendo aproximadamente 1.216 toneladas métricas de dióxido de carbono, según datos proporcionados a Bloomberg por el rastreador de aviación JetSpy .
Eso equivale a las emisiones anuales de alrededor de 81 estadounidenses promedio. (A inicios de este año, el Dassault Falcon 900 de Swift cambió de manos a una compañía de responsabilidad limitada registrada en Missouri, según los registros de la Administración Federal de Aviación).
Swift habría tenido que comprar al menos 2.433 créditos para cubrir más del doble del carbono emitido por sus dos aviones el año pasado.
¿Cuál es el problema de no saber créditos específicos?
Los expertos dicen que el mercado de compensaciones de carbono es opaco, fragmentado y no regulado, y algunos créditos prácticamente no hacen nada para frenar los efectos del cambio climático.
“Si alguien (una empresa, una persona rica, una aerolínea) dice que está comprando créditos de carbono, básicamente no tiene sentido a menos que diga qué créditos compró”, dijo Haya.
Aunque se supone que cada crédito representa una tonelada de dióxido de carbono evitada o eliminada de la atmósfera, normalmente representan “mucho menos”, según Dufrasne. En algunos casos, necesitarías comprar 10 veces más créditos para cubrir con éxito tus emisiones, dijo.
Haya y Dufrasne coinciden en que, como mínimo, los usuarios de créditos de carbono deberían compartir exactamente lo que compraron: qué proyecto, en qué año, qué registro y qué diligencia debida hicieron para garantizar su calidad.
En octubre, California promulgó una nueva ley que exige que cualquier entidad que compre o utilice compensaciones voluntarias de carbono revele anualmente dónde compró los créditos y el nombre, número de identificación, tipo y ubicación del proyecto.
Haya dijo que no está claro si se aplica a individuos o sólo a empresas, pero dijo que es parte de un impulso más amplio para lograr una mayor transparencia por parte de quienes hacen afirmaciones sobre su huella de carbono.
¿Cuánto cuestan estas compensaciones?
El precio de los créditos en el mercado varía dramáticamente.
Gates dijo en 2021 que estaba pagando US$600 la tonelada por créditos de la empresa suiza Climeworks. Mientras tanto, Leonardo DiCaprio fue apodado el “primer ciudadano carbono neutral " de Estados Unidos hace más de 20 años después de trabajar con la firma británica Future Forests, que compró créditos de carbono de un proyecto forestal en México por sólo US$13 la tonelada,según el informe anual 2002-03 del proyecto. (Un portavoz de DiCaprio no respondió a una solicitud de comentarios).
Un proyecto costoso no necesariamente garantiza la calidad, pero un proyecto barato es definitivamente una señal de alerta, dijo Haya, quien ha estudiado el mercado durante dos décadas.
“A menudo, los precios bajos son una indicación de que la financiación no es suficiente para permitir realmente las supuestas reducciones de emisiones”, dijo. “Sería muy cauteloso con los proyectos de bajo costo”.
¿Algún multimillonario ha sido crítico con el mercado?
Gates, por ejemplo, ha cuestionado la credibilidad del mercado.
“No ha utilizado mercados de carbono ni créditos de terceros antes porque no los consideraba lo suficientemente fiables o rigurosos”, dijo un portavoz de Gates en un correo electrónico.
En cambio, ha gastado “millones de dólares” comprando compensaciones de eliminación de carbono directamente a Climeworks, que también ha firmado contratos con Microsoft Corp. (MSFT), JPMorgan Chase & Co. (JPM) y UBS Group AG (UBS), entre otros. Climeworks utiliza tecnología de captura directa de aire para eliminar el dióxido de carbono de la atmósfera, aunque actualmente tiene contratos para eliminar mucho más CO² del que entrega .
Otros han tenido problemas después de hacer afirmaciones audaces. El ex CEO de Microsoft, Steve Ballmer, se asoció con una empresa de compensación de carbono llamada Aspiration para hacer de su nuevo hogar para Los Angeles Clippers “el estadio más sostenible del mundo”.
Desde entonces cortaron los lazos y el Departamento de Justicia y la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas están investigando si Aspiration engañó a los clientes sobre la calidad de sus compensaciones, informó Bloomberg News a principios de este año.
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