Bloomberg Línea — Biblias, revistas y periódicos se suman a la lista de objetos prohibidos al ingresar a Nicaragua, una medida que organizaciones civiles interpretan como una señal de mayor control sobre la libertad de expresión.
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El aviso circuló en redes sociales, luego de que pasajeros reportaran que en las terminales de autobuses Tica Bus, que operan rutas hacia Managua, se colocaron carteles informando sobre las restricciones de ingreso.
Al respecto, la organización británica Christian Solidarity Worldwide (CSW) constató con representantes de la empresa de transporte terrestre que la resolución estaría vigente desde hace más de seis meses.
El listado de objetos prohibidos al entrar a Nicaragua incluye también drones, cámaras, cuchillos y artículos punzocortantes.
“Los esfuerzos del gobierno nicaragüense para restringir la entrada de Biblias, otros libros, periódicos y revistas al país son muy preocupantes dado el actual contexto de represión”, dijo Anna Lee Stangl, directora de defensa de CSW y líder del equipo para Américas, al tiempo de llamar al Gobierno nicaragüense “para que levante esta prohibición de inmediato y cese sus continuos esfuerzos por sofocar la libertad de religión o creencias y expresión en el país”.
Desde abril de 2018, el régimen de los copresidentes Daniel Ortega y Rosario Murillo ha retirado la personería jurídica de más de 5.651 organizaciones de sociedad civil y unas 41 universidades, además de desnaturalizar a 452 nicaragüenses y obligar al exilio a más de 300 periodistas y comunicadores, según el Colectivo Nicaragua Nunca Más.
La iniciativa también ha registrado al menos 261 religiosos desterrados, incluyendo a cerca de 140 sacerdotes de las diferentes diócesis y más de 90 religiosas o monjas, más de una decena de seminaristas y diáconos.
Para el sacerdote nicaragüense en el exilio Edwing Román, la prohibición de ingresar con biblias a Nicaragua es porque Ortega y Murillo las ven como “una amenaza directa a su control absoluto sobre los ciudadanos”.
Por su parte, el sacerdote Benito Martínez dijo a 100% Noticias que la reciente decisión es una persecución directa contra la fe cristiana y la Iglesia en Nicaragua. Para el religioso, esta medida confirma que el Gobierno ya no intenta ocultar su confrontación con las expresiones religiosas.
Martínez señaló que durante años el oficialismo utilizó símbolos, templos y discursos religiosos para proyectar una imagen de cercanía con la fe, mientras reprimía a sectores de la iglesia.
Sin embargo, sectores religiosos afines al gobierno rechazan la narrativa de una prohibición interna. La pastora Sleynibell Catin afirmó en un mensaje en Facebook que en el país existe libertad de culto. “Aquí nadie está sacando a Dios. Cada día son más los nicaragüenses que se levantan a orar y construir una Nicaragua mejor, fácil es opinar desde otros países, fácil es comentar cuando no se vive aquí”.





