Hollywood se volvió a cimbrar con la muerte del director y productor Rob Reiner, uno de los hombres clave en la era contemporánea de la industria que dirigió filmes como “When Harry met Sally” y produjo series como “Seinfeld”. Reiner y su esposa Michel Singer fueron hallados muertos el domingo en su mansión de Brentwood, California. El deceso de la pareja se investiga como un presunto homicidio, según Los Angeles Times.
Reiner, de 78 años, era un hombre clave a nivel creativo y empresarial. Fue director de una veintena de filmes que incluyen títulos como “The Princess Bride”, la adaptación del libro de Stephen King “Misery” o “A Few Good Men”, nominada al Oscar como Mejor Película en 1992. Además destacó como productor a través de Castle Rock Entertainment, compañía que hizo posibles algunos de sus filmes y series.
De acuerdo con Celebrity Net Worth, Reiner amasó una fortuna estimada en US$200 millones, producto de su rol como director, productor y su paso por la actuación.
Castle Rock Entertainment, la casa productora que fundó a fines de los 80 con Andrew Scheinman, Martin Shafer, Glenn Padnick y Alan Horn, fue crucial para consolidarlo como empresario del entretenimiento. La compañía fue vendida en los 90 a Turner Broadcasting por US$160 millones, según The Hollywood Reporter.
La empresa generaba millones de dólares solo por las retransmisiones y sindicación de “Seinfeld”, “una de las propiedades televisivas más lucrativas de todos los tiempos”, según la publicación.
Hijo de Carl Rainer, el mítico creador de “The Dick Van Dyke Show”, Reiner era conocido también por defender el financiamiento independiente de sus proyectos. “Cada película que hago, que he hecho y que haré siempre estará financiada de manera independiente”, llegó a declarar a The Hollywood Reporter.
Además de su prolífico paso por el mundo del entretenimiento, Reiner tenía una singular atracción por la inversión inmobiliaria, escena en la que adquirió propiedades millonarias que habitaba o alquilaba, como una mansión en Malibu Colony, por la que cobraba entre US$100.000 y US$150.000 mensuales, según Celebrity Net Worth.
En los 90 adquirió una enorme mansión en Brentwood por la que pagó US$4,75 millones y cuyo valor actual ronda los US$10 millones, según el sitio especializado en fortunas de famosos.





