La economía de Argentina se expandió menos de lo previsto en el tercer trimestre, en medio de una liquidación en los mercados y una actividad débil antes de las elecciones legislativas de octubre.
El producto interno bruto creció un 0,3% en los tres meses hasta septiembre frente al período previo, por debajo de la estimación mediana del 0,5% entre analistas encuestados por Bloomberg. En comparación con un año atrás, la economía de Argentina se expandió un 3,3%, también inferior a las expectativas, según datos oficiales publicados el martes.
Un aumento de las exportaciones impulsó el crecimiento durante el período, mientras que el consumo y el gasto público mostraron avances moderados. La inversión de capital cayó significativamente, según el informe.

Tasas de interés altas, actividad débil e incertidumbre política marcaron el trimestre. El partido del presidente Javier Milei perdió por amplio margen una elección provincial clave a comienzos de septiembre, lo que provocó una liquidación en los mercados y, finalmente, un salvataje de US$20.000 millones de la administración Trump. Milei logró recuperarse en las elecciones legislativas de octubre, lo que generó un repunte bursátil.
Hasta ahora, la recuperación económica de Milei ha impulsado las exportaciones, los bonos y el optimismo general de los inversores en Argentina, pero no ha dinamizado el mercado laboral, que sigue registrando pérdidas. Su gobierno envió la semana pasada su proyecto de reforma laboral insignia al Congreso en un intento por fomentar más contrataciones formales.
Los economistas encuestados por el Banco Central de Argentina proyectan un crecimiento del 4,4% este año, lo que lo ubicaría entre los más rápidos de América Latina. Más temprano el martes, el ministro de Economía, Luis Caputo, pronosticó que el PIB de Argentina podría crecer entre 4% y 8% en 2026.
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