Buenos Aires — El rubro de alimentos y bebidas sin alcohol en Argentina se encuentra, en la actualidad, con el máximo precio relativo de los últimos seis años. El rubro de servicios públicos, en cambio, se encuentra con el menor, de acuerdo con datos del sector privado.
En ese escenario, el segmento de alimentos y bebidas sin alcohol fue lo que más se encareció en los últimos 72 meses, con lo que el consumidor promedio ahora tiene que destinar un 22,5% más de otros bienes y servicios que lo que destinaba para comprar los mismos alimentos y bebidas sin alcohol en diciembre de 2017, según el Monitor de Precios Relativos elaborado por Nadin Argañaraz, presidente del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF).
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Los precios relativos representan la relación entre el precio de un bien con respecto a otro bien, por lo que el análisis manifiesta que los alimentos se encarecieron, mientras que los servicios públicos exponen un fuerte atraso.
“En el extremo opuesto se ubica el componente que, entre otros, contiene a los servicios públicos, a la vivienda, básicamente energía eléctrica, gas y agua, que pasó de un precio relativo de 100 en diciembre de 2017 a uno de 48,6 en diciembre de 2023″, manifestó y explicó que la caída de ese precio relativo, equivalente a 51,4%, “es muy importante en materia de abaratamiento relativo de los servicios públicos”.

De ese modo, aseguró que “la elevada y persistente inflación deteriora las señales que brindan los precios relativos para la toma de decisiones”.
“Los precios relativos son el reflejo del grado de escasez relativa de un bien. A mayor escasez, más alto es el precio de un bien con relación a los demás bienes”, resaltó.
En ese sentido, señaló que la elevada inflación “lleva habitualmente a los gobiernos a intervenir, buscando evitar que la inflación sea inclusive más alta, generando habitualmente un proceso de distorsión de los precios relativos”.
“Con el dato de diciembre (inflación mensual del 25,5%), cuando tuvo lugar una fuerte suba del tipo de cambio oficial, Argentina consolida una inflación promedio mensual del 9,9% durante los últimos 12 meses. La elevada inflación ha generado cambios importantes de precios relativos y se espera una reversión en los próximos meses (mayor crecimiento de precios regulados)”, destacó.
El sondeo indicó que, “con una inflación promedio mensual del 4,8% en los últimos 72 meses, se ha producido un importante cambio de los precios relativos de bienes y servicios que llegan al consumidor final”.
En ese sentido, consideró que “el desafío de bajar la tasa de inflación desde los niveles actuales es paralelo al de reacomodar precios relativos, ya que se requiere una baja sostenible de la tasa de inflación”.
“Los sectores con ingresos fijos, trabajadores y jubilados, vienen sintiendo de lleno el impacto inflacionario en sus bolsillos. El problema no es de un Gobierno y requiere un esfuerzo conjunto para evitar que se siga profundizando”, apuntó.









