Asesor económico de Rodrigo Paz plantea plan de rescate de US$4.000 millones para Bolivia

José Gabriel Espinoza, principal asesor económico del Partido Demócrata Cristiano de Paz, o PDC, dijo a Bloomberg News que los fondos provendrían de nuevos préstamos, mecanismos de financiación sostenible e inversión extranjera.

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Asesor económico de Rodrigo Paz plantea plan de rescate de US$4.000 millones para Bolivia.
Por Sergio Mendoza
16 de septiembre, 2025 | 06:11 PM

Bloomberg — El candidato presidencial centrista de Bolivia, Rodrigo Paz, planea inyectar US$4.000 millones a la economía durante su primer año en el cargo, según su principal asesor económico, parte de un intento por impulsar el crecimiento y promover finanzas públicas más saludables.

José Gabriel Espinoza, principal asesor económico del Partido Demócrata Cristiano de Paz, o PDC, dijo a Bloomberg News que los fondos provendrían de nuevos préstamos, mecanismos de financiación sostenible e inversión extranjera. Agregó que un esquema existente de compra-venta de oro para respaldar las reservas de divisas también continuaría bajo una presidencia de Paz, siempre y cuando las operaciones mineras sean responsables y rastreables.

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El mes pasado, Paz obtuvo el primer lugar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de Bolivia, con el 32% de los votos, seguido por su rival de derecha, Jorge Tuto Quiroga, con el 27%. Ambos candidatos se enfrentarán en una decisiva segunda vuelta el 19 de octubre.

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Tanto Paz como Quiroga son vistos como candidatos pro-empresariales que pondrán fin a dos décadas de gobierno socialista casi ininterrumpido en la nación sudamericana sin salida al mar. Quiroga ocupó brevemente la presidencia entre 2001 y 2002.

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“Las acciones más dramáticas se tomarán en los primeros tres o cuatro meses”, dijo Espinoza, citando en particular los recortes a los subsidios a los combustibles. Paz también se propondría poner fin a la financiación del gobierno por el banco central, promover políticas para enfriar la inflación y pasar a una tasa de cambio única, regida por el mercado, para sustituir las tasas múltiples y reducir las distorsiones.

El recorte de los subsidios a los combustibles estaría entre las medidas más duras. Espinoza dijo que el apoyo gubernamental al diesel se eliminaría rápidamente, mientras que los subsidios a la gasolina se reducirían gradualmente con el tiempo, y dependerían de la disponibilidad de dólares.

Agregó que el fin de los subsidios iría acompañado de transferencias en efectivo para ayudar a los más vulnerables, pero no dio detalles sobre el costo. “Estas son decisiones difíciles, pero debemos ver el bien mayor”, dijo Espinoza, argumentando que la escasez ya ha disparado los precios, reducido la contratación y la productividad, a la vez que ha alimentado la pobreza, la inflación y el malestar social.

Considerado como un posible ministro de Finanzas si gana Paz, Espinoza explicó que las políticas pretenden aliviar la escasez crónica de dólares y, al mismo tiempo, reducir el déficit presupuestario del gobierno.

Espinoza, exdirector del Banco Central, se convirtió en uno de los críticos más acérrimos del presidente saliente Luis Arce en materia de política económica. Anteriormente, apoyó al partido Alianza Unidad del candidato presidencial Samuel Doria Medina, un empresario millonario que quedó tercero en la primera vuelta electoral del mes pasado.

Espinoza subrayó que su papel de asesor del PDC se produjo a través de una invitación individual y no de una alianza de partidos.

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En campaña, Paz ha lanzado el “capitalismo para todos”, al tiempo que se comprometía a desmantelar lo que describe como el “bloqueo estatal” al desarrollo económico del país, uno de los más pobres de América Latina.

Su atractivo para los votantes se vio impulsado por el apoyo a su compañero de fórmula, el expolicía Edman Lara, que prometió multiplicar por más de cinco las pensiones de los jubilados hasta unos US$290 al mes, una costosa propuesta que desde entonces se ha reducido y pospuesto a la espera de su viabilidad.

Espinoza calcula que el próximo gobierno necesitará US$12.000 millones en tres años para mantener las finanzas a flote, aunque cree que Paz podría reducir parte de esa cantidad con reformas adicionales y financiación externa.

Bolivia ya tiene unos US$3.200 millones en préstamos extranjeros aprobados que no han sido desembolsados, más otros 1.000 millones en créditos estancados en el Congreso, dijo Espinoza. Un gobierno de Paz también podría recurrir a prestamistas multilaterales, incluido el Fondo Monetario Internacional, aunque Espinoza pareció restar importancia a la posible ayuda del FMI.

“Estamos seguros de que las medidas que vamos a tomar superan cualquier programa que pudiera firmarse con el fondo”, dijo. “Lo que hay que hacer es un asunto de responsabilidad de la propia economía boliviana. No proviene de una imposición externa”.

Las propias propuestas de Paz incluyen un plan potencialmente costoso para proporcionar una renta universal a las mujeres.

Aunque la plataforma oficial del candidato incluye la renegociación de la deuda, Espinoza enfatizó que eso no significa necesariamente reprogramar los pasivos del gobierno. Las opciones van desde canjes de activos, ampliación de vencimientos y cambios de moneda, entre otras medidas.

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“La estrategia es que Bolivia siga pagando”, dijo. “Bolivia debe cumplir siempre con sus obligaciones externas”.

El plan de Paz pretende reducir el déficit fiscal de alrededor del 10% del PIB a la mitad en las primeras semanas de su posible investidura, dijo Espinoza, mientras que el banco central mantendría un papel clave en la gestión de la volatilidad en torno a una nueva tasa de cambio único.

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