JPMorgan ve en los fondos de pensiones de México motor para el crecimiento de ETF

El sistema pensional mexicano, con contribuciones en alza y un perfil demográfico joven, se convierte en eje estratégico para el negocio de ETFs de JPMorgan Asset Management en la región.

El sistema de Afores en México, creado en 1997, continúa en fase de acumulación. JPMorgan estima que los activos administrados podrían alcanzar los US$700.000 millones en los próximos años.
05 de septiembre, 2025 | 04:04 AM

Bloomberg Línea — JPMorgan (JPM) Asset Management sigue de cerca la evolución del sistema de pensiones en México, que se reformó en 2024, como parte de su estrategia en el negocio de ETFs en América Latina.

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Las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) mexicanas administran actualmente alrededor de US$400.000 millones, monto que podría alcanzar los US$700.000 millones en los próximos tres a cuatro años. Carlos Brito, director de ETFs para América Latina, subrayó en una entrevista con Bloomberg Línea el peso del país dentro del ecosistema regional.

“México es uno de los mercados que, por el lado de los fondos de pensiones, más nos emociona, más nos entusiasma, por el crecimiento que esperamos que tenga”, afirmó Brito en su paso por Colombia.

Este crecimiento proyectado se apoya en la reforma que duplicará progresivamente las contribuciones obligatorias del salario. “Hace cinco años el monto de mi salario que se iba a las Afores era el 6,5% y se pasó una reforma en donde ahora esas contribuciones van a subir de forma escalonada hasta llegar a ser 15% en el 2030″ explicó Brito.

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Carlos Brito, director de ETFs de JPMorgan Asset Management para Latinoamérica

Pero hay un segundo factor estructural detrás de ese optimismo: la juventud del sistema. A diferencia de países como Chile, donde las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFPs) datan de finales de los años ochenta y buena parte de los afiliados ya se encuentra en fase de retiro, México tiene aún un largo camino por recorrer antes de llegar a ese punto

“En México es todo lo contrario. Es un sistema mucho más nuevo. El sistema mexicano nace en 1996–97”, apuntó Brito. Esto implica que la gran mayoría de los fondos aún se encuentran en fase de acumulación. “Continuarán creciendo muchísimo y gran parte de eso va a estar invertido en ETFs (...) te diría el vehículo de preferencia de inversión para las Afores mexicanas”, consideró.

Auge del inversionista minorista

El entusiasmo por el mercado mexicano no se limita al ámbito institucional. Brito remarcó también el avance del inversionista minorista como otro de los motores del crecimiento. “Hoy hay más de 15 millones de cuentas de corretaje en México, cuando en el 2019 había menos de 300.000”, señaló, una expansión que calificó como “exponencial”.

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Este fenómeno se enmarca en una tendencia más amplia de acceso digital simplificado en los principales mercados de la región, como México, Colombia y Perú, donde, según Brito, los reguladores han hecho un “excelente trabajo” al permitir que los ciudadanos abran cuentas de inversión desde el celular de forma ágil, con documentos escaneados, algo “impensable” hace apenas una década.

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Pese a estos avances, Brito advierte que el reto mayor sigue siendo la educación financiera. Para el analista, falta una mayor comprensión de alternativas de inversión de largo plazo, como los ETFs, que permiten una mayor diversificación y eficiencia en costos.

Retos regulatorios

El rápido crecimiento de los ETFs en la región contrasta con otro fenómeno: la falta de dinamismo en los mercados de capitales locales. En países como México y Colombia, las ofertas públicas iniciales (OPIs) prácticamente se han detenido.

Carlos Brito, director de ETFs de JPMorgan Asset Management para Latinoamérica

“Llevamos años sin tener un OPI en muchos de estos países”, subrayó Brito, aludiendo a un entorno que ha empujado a muchas empresas a listar directamente en Nueva York en lugar de sus mercados locales.

Según Brito, uno de los grandes pendientes para América Latina es precisamente mejorar los marcos regulatorios que permitan a las empresas privadas hacer el salto al mercado público con mayor facilidad y atractivo.

Japón, India y EE.UU.

El apetito por estrategias de inversión temática entre los latinoamericanos se consolida, y JPMorgan Asset Management identifica tres tendencias claras: interés por dividendos consistentes, exposición a Japón y crecimiento en India. Brito explicó que estas preferencias reflejan una búsqueda combinada de rendimiento, estabilidad y potencial de valorización.

En el frente de ingresos, el fondo JEPI se posiciona como uno de los productos más demandados. Se trata de un ETF activo que invierte en acciones del S&P 500 con baja volatilidad y utiliza derivados para generar retornos adicionales. Su propuesta de valor se apoya en dividendos mensuales y una tasa de rendimiento anual estimada entre 7 % y 9 % en dólares, lo que ha captado el interés tanto de institucionales como de inversores retail.

La mejora en la gobernanza corporativa y valuaciones atractivas impulsan el renovado interés de los inversores latinoamericanos en el mercado accionario japonés, según JPMorgan Asset Management.

Pero el atractivo no se limita a EE.UU. Ni a los ingresos. Japón ha ganado terreno en las carteras latinoamericanas gracias a cambios estructurales en su mercado accionario. “A lo mejor hay varios drivers bien interesantes que han impulsado esto. Uno es el tema de mejora en la gobernanza corporativa de estas compañías”, sostuvo Brito. Ese proceso ha sido reforzado por la presión de la Bolsa de Tokio para que las empresas con valuaciones deprimidas presenten planes de recuperación, generando oportunidades en un mercado aún subexplotado a nivel global.

India, por su parte, continúa consolidándose como una de las geografías más dinámicas para los flujos provenientes de América Latina. En ese marco, JPMorgan lanzó el ETF JRIN, que selecciona acciones indias bajo un enfoque activo y fundamental. “Era un mercado que estaba creciendo muchísimo, con un retorno en equity bien atractivo de estas compañías indias”, concluyó Brito.

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