Caída de la moneda más fuerte de América Latina anticipa el golpe electoral que traerá 2026

El respaldo de Jair Bolsonaro a su hijo Flavio como precandidato presidencial desata una corrección en los activos brasileños y anticipa la volatilidad política que marcará los mercados latinoamericanos de cara al ciclo electoral de 2026.

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Bloomberg Línea — La decisión del expresidente Jair Bolsonaro de respaldar a su hijo Flavio como precandidato presidencial en 2026 continúa golpeando a los activos brasileños, un escenario que muestra un efecto anticipado de lo que podría traer el ciclo electoral sobre los mercados latinoamericanos.

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En lo corrido de la semana, el real brasileño (USDBRL), la moneda latinoamericana más fuerte en lo que va del año, se ubica entre las divisas que pierden valor frente al dólar, mientras que el Ibovespa (IBOV) llegó a registrar una caída de -4,30% el viernes pasado.

La expectativa del mercado estaba centrada en un eventual apoyo de Bolsonaro a Tarcisio de Freitas, actual gobernador de São Paulo, con perfil técnico y mejor recepción entre los inversionistas institucionales, algo que por ahora no sucederá.

Para Gustavo Medeiros, jefe de Investigación en Ashmore Group, a un año de las elecciones, el mercado comenzará a prestar más atención a lo que suceda en la contienda electoral. “La reacción inmediata del mercado brasileño se debió al hecho de que un posible retorno de Bolsonaro al escenario político implicaría una mayor fragmentación en la derecha, sin una candidatura unificada en torno a Tarcisio”, explicó.

En ese contexto, el reciente ajuste en los activos brasileños podría ser una antesala de lo que se verá en otras economías latinoamericanas con elecciones clave en 2026, como Colombia y Perú, donde el panorama político también comienza a inclinarse hacia propuestas promercado, aunque con escenarios de volatilidad de por medio.

Un proceso largo y complejo

Para Medeiros, lo que ocurre en Brasil debe ser contextualizado dentro de la reconfiguración política más amplia que se está dando en América Latina. “Estamos viendo una transición en curso en varios países de la región”, indicó. “Argentina ya lo demostró con una victoria contundente de Javier Milei, muy por encima de lo previsto, y en Bolivia también comienza a gestarse un cambio”.

Según Medeiros, esta transformación política podría intensificarse de cara a las elecciones de 2026. “En Chile, todo apunta a que José Antonio Kast tiene una ventaja sólida para el balotaje frente a la izquierda radical. Este patrón podría repetirse en otros países donde la seguridad pública ha pasado a ser la principal preocupación del electorado”, explicó.

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El analista resalta que este cambio en las prioridades ciudadanas está alterando el mapa político de la región. “Por primera vez en mucho tiempo, la seguridad ciudadana supera al costo de vida y al empleo como eje central del debate público. Esto representa un desafío directo para los gobiernos de izquierda, cuya postura tradicional sobre derechos humanos no conecta del todo con el nuevo clima de opinión”.

Para Medeiros, el proceso político en Brasil “apenas comienza” y será largo y complejo. Pero lo ocurrido recientemente, con los activos brasileños, podría ser una señal de lo que está por venir en toda la región, puesto que con una prima de riesgo más alta o más baja, los precios de los activos se ajustarán a medida que avance el proceso electoral.

La dudas sobre Brasil

El respaldo a Flavio Bolsonaro no es visto por el mercado como un simple gesto simbólico. Su conexión con el electorado conservador y con estructuras políticas como el Centrão lo convierten en una figura con capacidad de competir por la presidencia.

“Que no se respaldara a Tarcisio es decepcionante, ya que tiene una trayectoria tecnocrática y es muy respetado en los círculos políticos brasileños”, afirmó Brendan McKenna, economista internacional y estratega cambiario de Wells Fargo Securities.

No obstante, Wells Fargo considera que el nuevo candidato representa una extensión programática de su padre. “Vemos a Flavio como una extensión de la plataforma política de su padre: restablecer la disciplina fiscal, restaurar la seguridad pública y combatir la corrupción. Todo esto es exactamente lo que Brasil necesita”, escribió McKenna.

Aunque reconoce que su perfil es menos conocido que el de Tarcisio, afirma que la estructura de apoyo político y el electorado de derecha podrían consolidar su candidatura como viable.

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El banco también advierte que, aunque la entrada de Flavio en la contienda añade incertidumbre, no altera de fondo su evaluación del escenario electoral.

“Hemos argumentado que la oposición a la plataforma política del candidato de Lula es más importante que el candidato mismo, una opinión que mantenemos por el momento”, señalaron desde la entidad.

Por ello, el respaldo del expresidente a su hijo no necesariamente implica una ventaja para el oficialismo. “Dudamos en concluir que el respaldo de Bolsonaro a Flavio mejore las posibilidades de Lula de ganar un cuarto mandato el próximo año”, indicó McKenna.

Una competencia abierta

Wells Fargo considera que, a pesar de la incertidumbre, lo más relevante para los mercados no es la persona, sino la plataforma política que represente una oposición al oficialismo. “El respaldo de Flavio añade otra capa de complejidad a unas elecciones ya de por sí complicadas”, señalaron desde la entidad. No obstante, el banco asigna una probabilidad de 55% a que Lula no sea reelecto, aunque aclara que el escenario continúa abierto.

Ashmore, por su parte, introduce una hipótesis distinta: que la candidatura de Flavio tenga fines estratégicos. “Flavio indicó posteriormente que podría abandonar su candidatura presidencial por un ‘precio’, es decir, un proyecto de ley que conceda amnistía a los condenados por los disturbios del 8 de enero”, advirtieron desde el fondo. Esta negociación buscaría beneficiar directamente al expresidente Bolsonaro, actualmente inhabilitado y detenido, con pocas opciones legales de retorno.

La eventual retirada de Flavio reabriría el camino para que Tarcisio se postule. En opinión de Ashmore, “el hecho de que el gobernador vaya a desempeñar un papel clave en el acuerdo de amnistía y en un posible escenario de indulto, y que la candidatura de Flavio sea una táctica de negociación, significa que Tarcisio sigue siendo el candidato más probable de la centroderecha”.

Los analistas del BBVA consideraron que “es probable que los escenarios electorales de Brasil sigan siendo fluidos durante los próximos días, semanas y meses”, lo que generará mayor volatilidad sobre la moneda.

Además, el banco español coincidió con Ashmore en que el hecho de precipitar la candidatura de Flavio puede ser “una estrategia familiar para acaparar la atención y potencialmente negociar apoyo a la amnistía”.

“Por ahora, la candidatura de Flavio Bolsonaro, incluso si resulta ser solo una toma de contacto o una táctica para apoyar una amnistía para su padre, es un lastre para el BRL y los activos brasileños”, añadió el BBVA. “Esta preocupación podría persistir, ya que los candidatos no se confirmarán formalmente hasta finales del 1T26. Si Flavio Bolsonaro permanece como el candidato de la derecha, el USDBRL podría consolidar soportes y tender a subir de nuevo".

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Escenarios para 2026: Lula reelecto o derrotado

Con esa coyuntura, Wells Fargo plantea dos trayectorias posibles para la elección presidencial, con implicancias macroeconómicas y cambiarias opuestas. En el escenario donde Lula es reelecto, al que el banco le da un 45% de posibilidades, la política fiscal ganaría volumen a través del programa Bolsa Família y otras medidas de estímulo.

“En el pasado, y durante su mandato actual, las administraciones de Lula se han definido por una política fiscal laxa y por un mayor protagonismo del Estado en la economía brasileña”, explicó Mckenna. El banco proyecta que el déficit continúe creciendo y que el ratio deuda/PIB se acerque al 100% hacia el final del eventual nuevo mandato.

A juicio del banco, este deterioro fiscal se traduciría en presiones sobre el real brasileño, que ya muestra signos de debilidad. “El BRL se debilita drásticamente a medida que se despliega completamente el programa electoral de Lula antes y después de las elecciones”, advirtieron.

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En este hipotético caso, el Banco Central adoptaría una postura más conservadora, ralentizando el ciclo de recortes de tasas a fin de contener expectativas inflacionarias. Las intervenciones cambiarias serían insuficientes para contener la depreciación.

El segundo escenario contempla la derrota de Lula en 2026. El malestar por la inflación, la presión sobre los mercados y un discurso centrado en responsabilidad fiscal podrían favorecer una opción conservadora.

La victoria de un candidato comprometido con un ajuste ordenado permitiría una apreciación del real y una aceleración del ciclo de recortes por parte del Banco Central. “El BRL experimenta un fuerte repunte después de las elecciones que se mantiene en 2026”, pronosticaron desde Wells Fargo.

No obstante, incluso en un escenario de alternancia, Wells Fargo mantiene cautela sobre el desempeño de la moneda en los próximo meses. “Creemos que el real brasileño puede tener dificultades a mediano plazo debido a una variedad de factores, principalmente de naturaleza política”, concluyó McKenna.

Con el contexto de Brasil, para Medeiros, el principal factor a seguir en América Latina es la transición política que ya está en marcha en varios países. “Esto puede ser el catalizador clave de una reducción de las primas de riesgo en la región y, por consiguiente, de un aumento en las valoraciones de los mercados bursátiles”, afirmó.

En su visión, la actual “ola azul”, el posible giro de las sociedades para elegir a gobiernos de derecha y centro derecha, sugiere una alta probabilidad de que, hacia finales de 2026, la mayoría de las principales economías sudamericanas estén gobernadas por administraciones promercado, lo que podría reconfigurar el panorama para los inversionistas globales.