Bloomberg — China arremetió veladamente contra Estados Unidos por sus planes de cambiar su política nuclear y advirtió de que mantener grandes arsenales aumenta el riesgo de conflicto, después de que Washington dijera que igualaría a sus rivales reanudando las pruebas de armas atómicas.
“Ciertos países continúan ajustando sus políticas nucleares, manteniendo obstinadamente arsenales nucleares masivos, mejorando la disuasión nuclear y las capacidades de combate, aumentando así el riesgo de un conflicto nuclear global”, dijo la Oficina de Información del Consejo de Estado en un libro blanco sobre el control de armas publicado el jueves.
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La publicación del documento se produce después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, prometiera igualar a sus adversarios en las pruebas de armas nucleares, después de que Rusia anunciara recientemente ensayos de un avión no tripulado submarino de propulsión nuclear y de un misil de crucero con capacidad nuclear. Añadió que EE.UU. realizaría esas pruebas “muy pronto”.
No está claro si Trump se refería a detonar cabezas nucleares, lo que revertiría décadas de política estadounidense y violaría una prohibición mundial de facto, o simplemente a ampliar las pruebas de sistemas vectores, como los misiles balísticos intercontinentales que pueden transportar cabezas nucleares.
El único país conocido que ha probado diseños de bombas nucleares este siglo es Corea del Norte, que detonó un artefacto atómico por última vez en 2017.
En 2019, EE.UU. se retiró de un tratado de desarme nuclear con Rusia de la era de la Guerra Fría, alegando que Moscú lo había violado al producir misiles prohibidos. Trump argumentó que el acuerdo era defectuoso porque no incluía a China, una potencia nuclear en ascenso.
Aunque China tiene un arsenal de cabezas nucleares menor que el de EE.UU. y Rusia, está aumentando y modernizando rápidamente su inventario, según evaluaciones del gobierno estadounidense. China probó por última vez una bomba nuclear en 1996, pero sigue probando misiles con capacidad nuclear, incluido un ICBM el año pasado, y ojivas hipersónicas que utilizan altas velocidades y maniobrabilidad para evitar ser interceptadas.
En el libro blanco, Pekín reiteró que ha seguido un enfoque “extremadamente comedido” en el desarrollo de armas atómicas y que nunca se involucraría en una carrera armamentística nuclear. El máximo órgano del partido gobernante chino dijo en octubre que planea “ampliar las capacidades de disuasión estratégica”, un término militar que incluye las fuerzas nucleares, en los próximos cinco años.
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El libro blanco también criticaba a “ciertos países” por impulsar sistemas de defensa antimisiles como la Cúpula Dorada prevista por Trump, que pretende proteger a la patria estadounidense no solo de ataques limitados de Estados delincuentes, sino también de andanadas a gran escala de países como Rusia y China. Los críticos han dicho que la Cúpula Dorada es prácticamente imposible de lograr técnicamente.
Washington y Seúl también están en negociaciones privadas para construir conjuntamente submarinos de propulsión nuclear para ambas armadas, informó Bloomberg News. El almirante Daryl Caudle, jefe de operaciones navales de EE.UU., dijo que los submarinos podrían ayudar a contrarrestar la rápida expansión de la flota china.
Con la colaboración de Twinnie Siu y Wenshan Luo.
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