Bloomberg — Las ventas de viviendas de segunda mano en EE.UU. apenas subieron en noviembre, ya que la moderación reciente en el alza de los precios y las tasas hipotecarias animó a los compradores que dudaban.
Las operaciones inmobiliarias cerradas registraron un aumento del 0,5% hasta alcanzar una tasa anual de 4,13 millones el mes pasado, de acuerdo con las cifras divulgadas este viernes por la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, por sus siglas en inglés). Se trata de la cifra más alta desde febrero, pero supone un descenso del 7% con respecto al año anterior, sin ajustar.
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Al mismo tiempo, el precio medio de venta se incrementó un 1,2% en comparación con el año anterior, hasta alcanzar los US$409.200. Este fue uno de los aumentos más pequeños desde mediados de 2023.
“Las ventas de viviendas de segunda mano han aumentado por tercer mes consecutivo debido a la reducción de las tasas hipotecarias este otoño”, afirma Lawrence Yun, economista jefe de la NAR, en un comunicado. No obstante, el crecimiento del inventario está comenzando a estancarse.
En noviembre, la oferta de viviendas de segunda mano en el mercado descendió respecto al mes anterior hasta situarse en 1,43 millones, una cantidad prácticamente estable en los últimos meses.
Yun señala que esto obedece a que los vendedores no están desesperados y optan por retirar sus anuncios y reintentarlo en la popular temporada de ventas de primavera. Con el ritmo de ventas actual, el inventario equivale a una oferta de 4,2 meses, la más débil desde marzo.
La mejora de las ventas apunta a que el mercado de reventa de viviendas está mejorando poco a poco, algo que numerosos analistas creen que continuará hasta 2026.
Los precios están subiendo más lentamente, e incluso disminuyendo en ciertas ciudades, en tanto que las tasas hipotecarias se han estabilizado en el rango del 6,3% al 6,4%, en comparación con el casi 7% que se registró en mayo.
Realtor.com prevé un aumento del 2,2% en los precios el próximo año, lo que probablemente será inferior a la tasa de inflación general, según informó la compañía en su pronóstico de vivienda para 2026.
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Sin embargo, la recuperación del sector será lenta y, por ahora, muchos vendedores están retirando sus propiedades del mercado tras no alcanzar el precio de venta.
La NAR estima que las ventas aumentarán un 14% el próximo año, una cifra superior a la mayoría de los otros pronósticos, pero una cifra en la que Yun dijo sentirse “confiado”.
Eso supone que habrá más inventario en el mercado, que las tasas hipotecarias rondarán el 6% y que la Reserva Federal recortará las tasas de interés otras dos veces, en comparación con la proyección media de los responsables de las políticas de una.
Las ventas aumentaron en el noreste y el sur, la región con mayor venta de viviendas del país. El ritmo de cierres en estas dos regiones fue el más alto desde principios de año. La actividad se mantuvo estancada en el oeste y disminuyó en el medio oeste.
El mes pasado, los compradores primerizos representaron el 30% de los cierres, en comparación con el 32% en octubre. Los inversores individuales o compradores de segundas viviendas adquirieron el 18% de las viviendas, en comparación con el 16% del mes anterior.
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