Bloomberg — El Ministerio de Industria de Japón está a punto de cuadruplicar su presupuesto de apoyo a los semiconductores de última generación y al desarrollo de la inteligencia artificial hasta cerca de 1,23 billones de yenes (US$7.900 millones) para el año fiscal que comienza en abril.
En general, el presupuesto del Ministerio de Economía, Comercio e Industria aumentó cerca de un 50% respecto al año anterior, hasta los 3,07 billones de yenes, debido en gran parte al aumento del gasto en chips e IA. Después de que el gabinete de la primera ministra Sanae Takaichi lo aprobara el viernes, el plan presupuestario inicial del gobierno será debatido en el parlamento en el nuevo año.
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El salto en el gasto en chips e IA se produce en un momento en el que Japón intenta reforzar sus capacidades en tecnología punta, mientras EE.UU. y China corren a la cabeza. Mientras las dos mayores economías del mundo siguen en términos tensos a pesar de una tregua en su guerra comercial, Japón también está tratando de asegurar un mejor acceso a la cadena de suministro para las tecnologías clave.
A partir del año fiscal que comienza en abril, el ministerio también planea asegurar la mayor parte de la financiación adicional para los chips y la IA en los presupuestos ordinarios, en lugar de mediante el enfoque más ad hoc de financiarla a través de presupuestos extra más adelante en el año. Se espera que eso proporcione una financiación más estable a los sectores.
En el caso de los semiconductores, el ministerio ha destinado 150.000 millones de yenes a la empresa de chips Rapidus Corp. respaldada por el Estado, con lo que la inversión gubernamental acumulada en la empresa asciende a 250.000 millones de yenes. Para la IA, se han marcado 387.300 millones de yenes para el desarrollo de modelos de IA de fundación nacional, el fortalecimiento de la infraestructura de datos y la “IA física”, en la que la IA controla robots y maquinaria.
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En el presupuesto más amplio, se están reservando 5.000 millones de yenes para asegurar los minerales clave, incluidas las tierras raras. Para la descarbonización, se destinan 122.000 millones de yenes a áreas que incluyen el desarrollo de las llamadas centrales nucleares de nueva generación.
También se emitirán unos 1,78 billones de yenes en bonos especiales para ayudar a la aseguradora estatal Nippon Export and Investment Insurance a apoyar las inversiones japonesas en EE.UU. como parte del acuerdo comercial de ambos países.
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