Escuchar más y rectificar, nuevos objetivos del Gobierno de Ecuador tras la crisis

En esta entrevista con BL, el canciller Juan Carlos Holguín reflexiona sobre los 18 días de paro y explica cómo el Gobierno reenfocará sus prioridades

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El canciller de Ecuador, Juan Carlos Holguín.
01 de julio, 2022 | 05:00 AM

QUITO — La reciente movilización que paró al Ecuador por 18 días dejó hondas fracturas sociales que serán difíciles de sanar en el corto y mediano plazo; sin embargo, la crisis también fue un llamado de atención al Gobierno del presidente Guillermo Lasso, que vivió su mayor embate político desde que llegó al poder el 24 de mayo de 2021.

En esta entrevista exclusiva con Bloomberg Línea, el canciller Juan Carlos Holguín reconoce existen demandas legítimas que deben ser atendidas y por ello asegura que el objetivo del Gobierno en adelante será escuchar más a la sociedad civil y apresurar los cambios que exigen los más vulnerables. Cree, además, que están a tiempo de rectificar y dedicar los tres años que quedan de mandato a recomponer el tejido social.

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RECTIFICAR, ESCUCHAR Y PRIORIZAR

Luego de estas semanas tan complejas que terminaron ayer con un resultado favorable para el país, ¿cuál es el mensaje del Ecuador hacia afuera?

Lo que vivimos no fue solamente una manifestación que afortunadamente ayer tuvo un fin, sino que en medio hubo un objetivo de desestabilización democrática que estaba concatenado al aprovechamiento por parte de una agrupación política de las manifestaciones y de la legítima protesta. Creo que el país puede estar contento de haber defendido la institucionalidad, pero sobre todo de poder tener paz tras 18 días muy duros que nos proyectan con esperanza, pero sobre todo con mucha humildad hacia los tres años que nos quedan.

¿Esta crisis hizo que el Gobierno viera hacia adentro y evalúe las demandas legítimas del movimiento indígena y otras organizaciones sociales?

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Al final del primer año de gobierno ya hubo un momento para mirar hacia adentro, saber qué se pudo haber hecho mejor, dónde se tiene que corregir y dónde se tiene que apresurar. Esta manifestación llegó en un momento importante puesto que a 13 meses de gobierno estás a tiempo de hacer esas rectificaciones, de escuchar mucho más.

Creo que uno de los objetivos fundamentales es escuchar más a la sociedad civil y también hacer los cambios que los más necesitados están pidiendo. Las movilizaciones dentro de su esquema de legítima protesta sirven para que se escuchen esas voces que te exigen rectificaciones a futuro.

Aunque el acuerdo al que se llegó es importante, hay un aviso de la Conaie de que en 90 días revisarán lo que se ha cumplido y concretado. ¿Ustedes creen que en ese tiempo se pueden hacer cambios para evitar una segunda agitación social?

En esta protesta no estaban solamente los manifestantes que tenían derecho a la legítima protesta, había un grupo vinculado a la generación deliberada de caos y conmoción social para poder tener causales de destitución de un presidente, y también a estructuras criminales que aprovecharon de estos grupos vulnerables que exigían cambios de manera pacífica.

Hay quienes tenían verdaderas intenciones de hacer un llamado de atención al Gobierno porque es verdad que hay mucho por hacer, los problemas estructurales en la ruralidad, sobre todo en la Sierra central, son de muchas décadas, y hoy tenemos una oportunidad de hacer cambios eficientes de manera más apresurada, desde temas tan sencillos como agua potable y saneamiento, deudas que tiene el país en educación y, sobre todo, mayor generación de oportunidades para que haya más equidad.

¿Se podría decir que las prioridades se están revisando a partir de lo que de lo que ha pasado?

Más que revisar, hay que reenfocar y me parece que el llamado de atención que hemos tenido en estos primeros 13 meses es a ir con mucha más visión social en los temas que son más urgentes para la población más vulnerable y desde allí poder construir un modelo que pueda afianzar lo macro como un tema sostenible hacia el futuro.

LA DIFÍCIL GOBERNABILIDAD

Sobre el intento que hubo en la Asamblea de destituir al presidente y que al final no se concretó, ¿cómo ve usted la gobernabilidad en adelante con un Legislativo claramente opuesto? Incluso con un presidente del parlamento que votó a favor de la destitución…

Desde que empezamos este gobierno sabíamos que no tendríamos una mayoría legislativa. Muchas veces gobernar es cabalgar y hay que seguir en esa ruta e ir consiguiendo la concreción del Plan de Desarrollo que nos hemos planteado. Hay muchos temas que podemos hacer con la sociedad civil, hay que volcarse -como uno de los objetivos de esta nueva etapa- a gobernar con la ciudadanía, a tener muchísima más eficiencia en servicios públicos de calidad, mucha más eficiencia en obra pública, y creo que estamos en un buen momento para cristalizar esos objetivos.

¿Cómo recibieron este intento del correísmo de destituir al mandatario en un momento de crisis? ¿Cree que esta tendencia política puede seguir socavando la democracia en el Ecuador?

Lo hemos visto en los últimos días, incluso la misma dirigencia indígena hoy, durante la firma del Acta de Paz, lo ha manifestado con claridad. Pero más allá de que como país debemos ir saliendo de ese período que ha generado mucha negatividad en la sociedad, tenemos que tener conciencia de que la búsqueda del poder de ellos va a llegar por estos mecanismos de desestabilización.

Nosotros, como Gobierno, intentaremos pasar esta página, hemos logrado mantener la democracia en el país, somos agradecidos de quienes tomaron la postura correcta en este momento y tendremos que gobernar con estos riesgos, pero pensando en desafíos más importantes. El Ecuador requiere de un crecimiento económico profundo, tenemos que recuperar el tiempo perdido y volver al escenario el concepto que estábamos construyendo de ‘Más Ecuador en el mundo y más mundo en el Ecuador’ que nos permite tener una base sólida para la atracción de nuevas inversiones y creación de empleo, que finalmente es lo que generará bienestar en la sociedad.

¿El presidente ha planteado hacer cambios al interior del gabinete?

No soy la persona adecuada para dar una opinión sobre las decisiones del presidente, pero todos en el gabinete tenemos siempre nuestro cargo a disposición para que el presidente pueda tomar los correctivos necesarios para esta siguiente etapa de gobierno.

A diferencia de las protestas de octubre de 2019 en el Gobierno de Lenín Moreno, ¿qué rescata del manejo político en esta ocasión?

No creo que exista nada que rescatar. Una manifestación como la que hemos tenido, con fallecidos de por medio, con paralizaciones en las vías siempre será negativa para nuestra sociedad y desarrollo. Ojalá a futuro existan otros mecanismos de manifestación que realmente sean pacíficos y no haya grupos que por objetivos de criminalidad o políticos se aprovechen de personas que tienen legítimas propuestas para para hacerse escuchar.

¿CÓMO SANAR LAS HERIDAS SOCIALES?

Es verdad, nadie ha ganado en estas circunstancias y más bien todos hemos perdido, hay un país socialmente fracturado, ¿cómo piensa el Gobierno empezar a sanar estas heridas? porque el tejido social está golpeado…

Fueron más de 10 años donde se nos dividió, donde existió un discurso de odio y de intentar separar a la sociedad en varios grupos, creo que lo que necesitamos ahora es un gran proyecto de unidad nacional porque los desafíos que tenemos por delante son enormes. Los siguientes tres años serán para reconstruir ese tejido social con objetivos comunes.

¿Usted personalmente tiene la esperanza de que la sociedad ecuatoriana llegue a sanar?

El Ecuador ha sido un país que ha mantenido la unidad social a nivel histórico, no podemos dejar que ciertos políticos que han estado en el poder por intereses -precisamente de seguir captando lo que queda de ese poder- nos sigan dividiendo, hay que encontrar esos factores que nos unen: la lucha contra las estructuras criminales, la lucha contra el narcotráfico y esta nueva esperanza de un modelo económico que genere bien común.

INVERSIÓN, INTEGRACIÓN, COMERCIO E IDEOLOGÍA

¿Qué se le puede decir a la gente que estaba poniendo los ojos en el Ecuador para invertir en este momento?

Que el Ecuador sigue siendo un país muy estable, que tenemos un gobierno que ha demostrado siempre que su mayor principio es el respeto a la democracia, que toda decisión es apegada a la protección de los derechos humanos y que es coherente con lo que ha expresado en su política internacional. Ecuador tiene muchas oportunidades y vamos cambiándolo de a poco. Creo que es un gran momento para pensar en el Ecuador como un destino importante de cualquier inversión.

¿Hubo expresiones de respaldo al gobierno de países de la región?

Hubo varias, no solamente somos agradecidos por las muestras de respaldo de otros gobiernos, sino también de entidades como la OEA, que en varios momentos durante estos 18 días vieron los desafíos que tenía la democracia en nuestro país. Creo que el posicionamiento que ha tenido el gobierno el presidente Lasso a nivel internacional es una muestra de esa gran fortaleza que vamos construyendo.

¿Se continúa, entonces, trabajando en los acuerdos comerciales que se tenían en la mira?

Nunca hemos parado de perseguir los objetivos que ha planteado el presidente Lasso en la política exterior, tanto a nivel diplomático como en comercio exterior y vamos avanzando en nuestros objetivos. Estamos con una delegación pronto en Corea del Sur para dar inicio a nuestro Tratado de Libre Comercio, seguimos avanzando con China, con Israel y estamos finalizando los diálogos con México.

¿Ha habido ya algún tipo de acercamiento con el presidente electo de Colombia?

Los dos presidentes hablaron: el presidente Lasso y el presidente electo, Gustavo Petro, y hemos manifestado -como lo habíamos dicho durante el proceso electoral- que esperamos mantener las relaciones amistosas históricas que hemos tenido con Colombia, donde hay muchos desafíos comunes y creo que tendremos ya un momento para mantener una reunión entre ambos mandatarios para actualizar los temas pendientes.

¿Cómo queda Ecuador en este giro ideológico que está tomando nuevamente la región? ¿Aquello tendrá alguna incidencia para el país?

Ecuador ha demostrado que, más allá de las diferencias ideológicas, tenemos aspectos comunes que benefician a nuestros pueblos, tenemos gran relación con la mayoría de países de la región a pesar de cualquier diferencia ideológica de nuestros líderes y vemos en los mecanismos de integración -sean comerciales o políticos- la oportunidad para encontrar lo que nos une y cuáles son los factores de integración que necesitamos. Por eso la Alianza del Pacífico es importante para nosotros.

¿Cuáles son los temas que al Ecuador le interesa actualmente potenciar con sus vecinos?

La lucha contra las estructuras criminales transnacionales y la integración comercial regional debido a los impactos que tiene en nuestras economías la guerra entre Rusia y Ucrania y el momento post pandémico del mundo.

¿Todos están mirando en esa dirección?

Yo creo que sí y hay otros aspectos que nos unen a pesar de las diferencias, como la protección de los océanos. En la Cumbre de las Américas pudimos tener varias coincidencias con otros gobiernos, incluido, por ejemplo, el Gobierno de Chile, con quien tendremos un esquema de cooperación para la protección del Pacífico.

Después de esta prueba, ¿cuál es tal vez la impronta que como gobierno se quiere dejar de aquí en adelante?

Un país que demuestre que respetando la libertad, la democracia y los derechos humanos puede alcanzar un estado de bienestar para sus ciudadanos, que la obra pública se puede desarrollar con éxito y con transparencia, y que la integración regional puede llegar a pesar de las diferencias regionales.

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