Según el Tesorero australiano, Jim Chalmers, cualquier medida que tome China para poner fin a una prohibición de casi dos años a las importaciones de carbón australiano sería un paso clave para restablecer los lazos entre ambas naciones.
Los burócratas chinos proponen que los altos dirigentes autoricen la reanudación de las compras a medida que las tensiones comienzan a aliviarse, y ante la preocupación de que el suministro mundial de carbón pueda reducirse al entrar en vigor las sanciones impuestas por Occidente a las exportaciones energéticas rusas.
“Una parte importante de la estabilización de las relaciones con China es que se levanten algunas de esas sanciones a nuestros exportadores aquí en Australia”, dijo Chalmers a la cadena de televisión Sky News el domingo. “Nos gustaría que eso ocurriera y que no se quedara ahí: debería extenderse también a las restricciones que se imponen a algunas de nuestras otras exportaciones”.
Se entregará un plan para poner fin a la prohibición a los líderes que estén en condiciones de autorizar cualquier cambio de política, dijeron la semana pasada personas familiarizadas con el asunto. Australia tiene la oportunidad de crear “condiciones favorables” para mejorar las relaciones comerciales, dijo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Wang Wenbin, a los periodistas el jueves en Pekín.
China, que anteriormente era uno de los principales consumidores de carbón de Australia, aplicó una prohibición no oficial a finales de 2020, cuando las hostilidades entre Canberra y Pekín se intensificaron por cuestiones como la petición del entonces primer ministro Scott Morrison de una investigación independiente sobre los orígenes del coronavirus.
China impuso restricciones a una serie de importaciones australianas, desde el carbón hasta el vino, pasando por la carne de vacuno y la langosta.













