Bloomberg — El piloto de las Fuerzas Aéreas estadounidenses mira hacia atrás mientras la cámara enfoca la aeronave blanca que flota debajo: un globo chino en un vuelo a través de Estados Unidos que no sólo empeoró las ya tensas relaciones entre Pekín y Washington, sino que provocó una tormenta política en la administración Biden.
La foto, tomada el 3 de febrero desde la cabina de un avión espía U-2 y difundida el miércoles por el Departamento de Defensa, ardió rápidamente en las plataformas de las redes sociales y en Internet, etiquetada como un “selfie” a gran altitud.
Un día después, el globo sería observado por otro piloto de las Fuerzas Aéreas cuya misión no era tomar fotografías, sino preparar un misil AIM-9X Sidewinder para poner fin a su vuelo.
El avión de guerra F-22 Raptor, que volaba a unos 58.000 pies, lo derribó frente a la costa de Carolina del Sur.
El presidente Joe Biden dijo que el globo había estado “recopilando información sobre Estados Unidos”, mientras que las autoridades chinas afirmaron que se trataba de un globo meteorológico que quedó a la deriva.
A finales de la semana pasada, la Marina estadounidense dio por concluida la búsqueda de restos.
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