Bloomberg — La inflación, que está demostrando ser cada vez más persistente, impulsará a la Reserva Federal a elevar las tasas de interés a un nivel máximo aún más alto y mantenerlas allí durante todo el año, según economistas encuestados por Bloomberg este mes.
Los encuestados impulsaron sus proyecciones para el indicador de inflación preferido de la Fed —el índice de precios de gasto de consumo personal— para cada trimestre hasta la primera mitad del próximo año. Ahora, se estima que la métrica promediará un 2,4% anual a mediados de 2024, en comparación con un 2,3% del mes pasado. También proyectan una lentitud similar en la baja del índice de precios al consumidor.
Eso está generando expectativas de una tasa de fondos federales más alta y aumentos de un cuarto de punto en marzo y mayo a un máximo de 5,25%. Los economistas prevén que el banco central se mantendrá firme en su postura el resto de 2023. El mes pasado, los encuestados proyectaron una tasa terminal del 5%.
La encuesta se realizó entre el 14 el 20 de febrero, justo después de la publicación de los datos del IPC de enero, que mostraron que la inflación anual aumentó más de lo esperado. Al día siguiente, los datos mostraron que las ventas minoristas del mes pasado registraron el mayor avance en casi dos años, mientras que los indicadores de manufactura también resultaron mejores de lo previsto.
Todo esto suma para que la Fed considere que la economía está muy sobrecalentada, lo que se refuerza con un mercado laboral ajustado. Los banqueros centrales han manifestado su intención de elevar las tasas más allá de lo esperado anteriormente, algo que los operadores ahora están comenzando a descontar.
Si bien los economistas han señalado los riesgos de que una política tan restrictiva desencadene una recesión, ahora parecen algo más optimistas: las probabilidades de una recesión dentro del próximo año cayeron en febrero por segunda vez desde mayo de 2021. Sin embargo, todavía prevén una probabilidad de recesión del 60%.
La encuesta corrobora su proyección: se prevé que el producto interno bruto registrará un aumento promedio del 0,8% este año, pero que disminuya levemente en el segundo y tercer trimestre.
Un mercado laboral resistente respaldará la economía en general, y los economistas revisaron al alza sus pronósticos de nóminas hasta el primer trimestre del próximo año. Todavía proyectan un aumento del desempleo, pero menos de lo que los economistas esperaban el mes pasado. Esperan que la tasa de desempleo alcance un máximo del 4,7% a principios del próximo año, por debajo de la proyección de enero de un 4,9%.
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