Bloomberg — Los operadores están preparados para pagar más de US$200.000 diarios por el transporte de gas natural licuado (GNL) en los próximos meses, debido a la escasez de buques cisterna de cara al invierno, cuando la demanda de este combustible alcanza su punto álgido.
Los precios de los fletes subieron a US$284.750 para el mes de noviembre y a US$206.750 para octubre, superando en más del doble los precios de hoy, conforme a los datos de Spark Commodities. De mantenerse estos precios, existe el peligro de repetir el alza del 2022, cuando el mercado global de LNG se precipitó para sustituir el suministro de Rusia tras la invasión de Ucrania.
Los buques cisterna están cada vez más escasos porque los operadores los están empleando como depósitos flotantes en su apuesta por una subida de los precios del GNL conforme las temperaturas bajen. La volatilidad de las tarifas de transporte puede acabar con el margen de un operador de GNL que pretenda sacar beneficio del aumento de los precios durante el invierno, y el encarecimiento del transporte puede suponer, en definitiva, un incremento de los precios para los compradores de europeos y asiáticos.

La cantidad de buques de GNL que flotan en el agua durante al menos 20 días también aumentó a fines de julio, con 42 buques rastreados por Bloomberg. Eso es un 27% más alto que en el mismo período del año anterior.
“Ciertamente veo barcos retenidos”, dijo Richard Pratt, consultor de transporte de GNL. La mayor incidencia de almacenamiento flotante debería continuar “hasta agosto y septiembre, salvo que se produzca una interrupción del suministro”, dijo.
Con la asistencia de Anna Shiryaevskaya.
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