Bloomberg — Las reparaciones urgentes de una tubería en una plataforma de gas en Noruega están en marcha, pero el suceso sirvió como sombrío recordatorio de que los pequeños cortes pueden disparar los precios europeos.
Helicópteros con equipos e ingenieros han llegado a la plataforma de Sleipner, a 250 kilómetros (160 millas) de la costa de Noruega, para reparar una pequeña grieta en una tubería del ancho de una pelota de golf. La plataforma elevadora del yacimiento es un punto de conexión clave en la red de gas de Europa.
Los precios alcanzaron su nivel más alto este año cuando Europa se arriesgó a perder el 20% de sus importaciones de gas noruego y los comerciantes empezaron a quejarse de la escasa información disponible sobre el alcance del problema y su duración.
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Que un problema con un gasoducto tan pequeño pudiera causar un impacto tan grande subraya la influencia que Noruega tiene ahora en la seguridad energética de Europa. El país es visto como un socio comercial estable con una larga y consistente historia de suministro de energía a Europa, pero su sistema de exportación de gas está en el punto de mira como nunca antes.
En el mercado se arremolinan las preguntas sobre si la edad de una plataforma puede prolongar las reparaciones, cómo puede afectar a las paradas una cultura de seguridad cautelosa y por qué no hay más soluciones para compensar los puntos de pinzamiento.
“Dada la mayor dependencia europea de Noruega, es probable que cualquier interrupción tenga un impacto desmesurado en los precios”, afirma Adnan Dhanani, analista de RBC Europe Ltd.
La plataforma Sleipner R en el centro de la interrupción de esta semana, operada por Equinor ASA, se encuentra en el punto en el que la tubería Langeled Norte, de 627 kilómetros de longitud, se une a la Langeled Sur, de 523 kilómetros. Juntos unen la planta de procesamiento de gas de Nyhamna, en el centro de Noruega, con la terminal de Easington, cerca de Hull, en el Reino Unido, punto de entrada de un tercio del suministro total británico.
En otras palabras, para evitar una acumulación de presión que pueda causar accidentes como explosiones, se detuvieron las operaciones para que el gas no pudiera procesarse en un extremo ni entregarse en el otro.
Un portavoz de Gassco AS, el operador de la mayor red de gas de Europa, no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre la reacción del mercado.
“Junto con nuestros socios y Gassco llevamos décadas invirtiendo para mantener y mejorar nuestras infraestructuras”, declaró Gisle Ledel Johannessen, portavoz de Equinor. “Nuestros datos muestran tendencias positivas a largo plazo sobre el estado técnico, la regularidad y la capacidad de exportación de nuestra infraestructura operada en la plataforma continental noruega, independientemente de su antigüedad”.
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Los precios subieron hasta un 13% el 3 de junio, pero retrocedieron cuando quedó claro que las reparaciones podrían llevarse a cabo rápidamente, lo que pone de manifiesto la volatilidad de los mercados europeos del gas.
La atención a la seguridad es parte integrante de la cultura de la plataforma continental noruega. El hundimiento de la plataforma Alexander Kielland en el yacimiento petrolífero de Ekofisk en 1980 -un accidente en el que murieron 123 personas- sigue vivo en la memoria de muchos noruegos.
"Operaciones seguras y eficaces" es una frase que repite a menudo el vicepresidente ejecutivo de producción de Equinor, Kjetil Hove, que es un visitante habitual de alta mar.
La antigüedad de la infraestructura de petróleo y gas de Noruega varía. Los yacimientos descubiertos al principio de la historia del petróleo y el gas del país, a finales de la década de 1960, como Balder y Ekofisk, siguen produciendo hidrocarburos. El tubo vertical de Sleipner, conectado por una larga pasarela a la plataforma principal, empezó a utilizarse en 1993 y tiene una vida útil de diseño que se extiende hasta 2043.
"Cuando las instalaciones se acerquen a su vida útil de diseño, requerirán más atención", afirmó Alireza Nahvi, analista de gas de BloombergNEF. "El envejecimiento de las infraestructuras en Noruega es un problema real y lo que vimos el lunes ocurrirá cada vez más a menudo, el aumento del mantenimiento requerido y las interrupciones inesperadas van a ser un tema".
Aún así, de los más de 90 yacimientos en explotación hoy en día a lo largo y ancho de la plataforma continental noruega, más de la mitad entraron en funcionamiento después del año 2000. Todas las instalaciones están en buen estado y se rigen por estrictas normas de seguridad, según Gassco. Pero el Mar del Norte es un entorno castigador y no es raro que se descubran trabajos adicionales durante el mantenimiento programado.
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El verano pasado, la planta de procesamiento de Nyhamna estuvo cerrada durante un periodo prolongado después de que se encontrara gas en un sistema de refrigeración. Los yacimientos asociados de Ormen Lange y Aasta Hansteen también se paralizaron durante el prolongado periodo de mantenimiento. La incertidumbre creada por estos acontecimientos puede haber tenido un grave impacto en los precios del gas de la región.
En esta ocasión, Noruega aumentó las exportaciones de gas a St. Fergus, en Escocia, para compensar los flujos perdidos. La terminal es el único otro punto por el que el gas de la plataforma continental noruega puede entrar en la red del Reino Unido, para luego ser exportado a Europa.
Está previsto que los cortes en Nyhamna y Easington finalicen el 8 de junio, según un aviso del operador de la red.
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