Bloomberg — Stellantis NV (STLA) dijo que está cooperando con las autoridades estadounidenses que investigan informes de motores Jeep que se incendian, en un posible revés para la compañía que está tratando de revertir una caída en la cuota de mercado en América del Norte.
La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en Carretera está investigando si los Jeep Wranglers y Gladiators fabricados entre 2021 y 2023 pueden ser propensos a sufrir incendios de motor, según un documento publicado el lunes en la página web del regulador. Se estima que unos 781.459 vehículos podrían estar afectados.
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"La mayoría de los informes describen un incendio que se produjo mientras el encendido del vehículo estaba en estado 'apagado' con un presunto origen en el lado delantero del pasajero del compartimento del motor", dijo la NHTSA.
El fabricante de automóviles está luchando con altos niveles de inventarios, problemas de calidad y la disminución de la cuota de mercado en los EE.UU., la mayor fuente de beneficios del grupo, entre una serie de salidas de ejecutivos. También se enfrenta a llamadas a revisión en Europa por problemas con los airbags Takata. La disminución de las ventas en EE.UU. contribuyó al desplome de los beneficios del grupo en el primer semestre.
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La investigación se suma a la noticia del fin de semana de que la empresa ha llamado a revisión a cerca de 1,46 millones de camiones Ram, la mayoría de ellos en Norteamérica, por un problema de software que puede desactivar sus sistemas electrónicos de control de estabilidad.
A principios de este año, la NHTSA abrió otra sonda, investigando las quejas de que algunas camionetas RAM 1500 y los SUV Jeep Wagoneer de 2022 perdían potencia de automoción, provocando que los motores se apagaran al viajar a baja velocidad.
Las acciones de Stellantis han bajado alrededor de un tercio este año.
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