Bloomberg — ANA Holdings Inc, la mayor aerolínea de Japón, y la agencia espacial del país están acelerando sus esfuerzos para utilizar sensores montados en aviones comerciales con el fin de mejorar el control de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El equipo que se ha estado probando desde 2020 está ahora en funcionamiento en una sección modificada de un Boeing 737 normal operado por ANA, según un comunicado conjunto de la aerolínea y la Agencia de Exploración Aeroespacial de Japón. Su objetivo es rastrear gases como el dióxido de carbono y ofrecer mediciones más detalladas que algunos satélites.
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ANA y JAXA planean equipar otro avión nacional con un dispositivo similar, y la aerolínea está estudiando formas de utilizar los datos para generar ingresos.
Los esfuerzos reflejan un impulso más amplio por parte de empresas y gobiernos para colmar las lagunas en el control de las emisiones a medida que aumentan las exigencias de cumplimiento, y para complementar herramientas como los satélites para ofrecer un mayor grado de precisión o ampliar la cobertura a más fuentes de contaminación.
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JAXA afirmó que el trabajo con ANA le permitirá combinar las observaciones por satélite con datos más detallados de los aviones y ofrecer una mayor precisión, sobre todo en las zonas urbanas.
No es la primera vez que se utilizan aviones comerciales para recoger datos atmosféricos. Deutsche Lufthansa AG incorporó sensores en aviones de largo recorrido para medir el ozono y el vapor de agua. En Estados Unidos, United Airlines Holdings Inc. (UAL) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica se han asociado para rastrear las emisiones y mejorar las previsiones meteorológicas.
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