Tu gran momento culinario del 2026 no necesariamente tendrá que ocurrir en la mesa de un restaurante Michelín o con un ingrediente de lujo de hasta US$800 como el cangrejo. El próximo año, la comida en realidad se sustentará en encurtidos, mucho vinagre y hasta cultivos nacidos en tu propio hogar.
La popularidad que cobraron en 2025 bebidas como el matcha o fermentados como la kombucha se ampliarán a todos los alimentos elaborados con estas técnicas por sus aportes a la salud, según un artículo de The New York Times.
De acuerdo con el texto de la reconocida periodista especializada en cultura gastronómica Kim Severson, la persecución de objetivos nutrimentales específicos se sustentará ampliamente en la llamada “nonnastalgia”, un término que hace referencia a los alimentos que prepararían las abuelas: pan de masa madre, manzanas deshidratadas, chucrut y verduras en conserva hechas en casa.
Para determinar las tendencias, la autora consultó a investigadores de mercado, ejecutivos de empresas alimentarias, publicistas de restaurantes y cocineros. A partir de su investigación, determinó que los alimentos con mezclas de texturas proliferarán. “Esta es la generación de lo esponjoso, lo masticable, lo suave, lo crujiente, lo que se derrite”, señaló Andrew Freeman, presidente de la consultora AF & Co., que emite el reporte anual Hospitality Trends Report. Los famosos videos de ASMR también impulsaron esta tendencia, según el diario.

El vinagre, ingrediente estrella
El 2026 verá coronarse como ingrediente estrella al vinagre, que irá más allá de vinagretas, aderezos y jarabes para diversificarse con propuestas de mayor calidad y variedad. “Los chefs están encontrando nuevas formas de usarlos, como rociar vinagre de tomillo sobre galletas tibias o combinar vino tinto y gelatina de kombu con verduras crudas”, señaló The New York Times.
Incluso, el ingrediente seguirá abriéndose paso como alternativa de salud en un mercado que ya lo incluye en propuestas de suplementos como gomitas de vinagre de manzana. “Los adeptos a la salud holística emplean vinagre crudo y sin filtrar para combatir todo tipo de males”.
Esa tendencia de recurrir a los esencial se extenderá a los patios o macetas de las casas, en búsqueda de ingredientes cultivados en el hogar. El diario menciona el ascenso de algunas moras que ya aparecen en los menús y el pawpaw, una fruta que ya comienza a saltar de los cultivos en patios a refrescos y cocteles.

Alta costura en la cocina y comida cargada de estímulos
Tras el encierro de la pandemia, el efecto dopamina en la decoración estalló con espacios llenos de energía y optimismo a través de estímulos visuales y sensoriales en los ambientes. En 2026, esa tendencia alcanzará a los empaques de los alimentos a través de la alta costura de cocina. “Esa botella especialmente hermosa de aceite de oliva o una pila de latas de conservas con ilustraciones bellísimas se han convertido en sofisticados elementos de diseño”, explicó el diario.
Algo similar ocurrirá en los restaurantes, donde los chefs apostarán por hacer que los alimentos se sientan más reales que nunca en un mundo lleno de virtualidad. “Como contrapeso, chefs y restauranteros prestarán mayor atención al color, el aroma y la luz”, anticipó el medio que también destaca una proliferación de “rituales participativos” como ceremonias de té, la preparación de sus alimentos y hasta cacerías de ingredientes como hongos.














