Bloomberg — La inflación anual de Brasil se ralentizó en línea con las expectativas a principios de este mes, mientras los inversores se preguntan cuándo empezarán los banqueros centrales a relajar su política monetaria ultra restrictiva.
Los datos oficiales publicados este martes mostraron que los precios al consumo subieron un 4,41% a principios de diciembre respecto al año anterior, igualando la mediana de las previsiones de los analistas encuestados por Bloomberg. En el mes aumentaron un 0,25%.

Los responsables políticos han mantenido la Selic de referencia en la friolera del 15% desde junio, a pesar de que la economía brasileña se enfría. Un reciente debilitamiento del real y un robusto mercado laboral están complicando su lucha contra la inflación, manteniendo a los inversores adivinando cuándo comenzarán los recortes de tasas. Los analistas ven subidas de los precios al consumo por encima del objetivo del 3% hasta 2028.
El jefe del banco central, Gabriel Galipolo, dijo la semana pasada que la autoridad monetaria no ha descartado bajar los costos de endeudamiento en su reunión de enero para fijar las tasas. Aún así, se negó a dar ninguna orientación sobre el próximo movimiento de la institución.
“No comunicamos lo que haremos porque no hemos decidido lo que vamos a hacer”, dijo Galipolo a los periodistas en una conferencia de prensa.
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