Bloomberg Línea — Si bien el dólar en Colombia ha mostrado un repunte con precios por encima de los COP$3.850, todos los caminos conducen a la consolidación de una tendencia estructural bajista para el primer trimestre de 2026.
“El dólar ha presentado un comportamiento alcista, en un contexto dominado por la fortaleza global de la divisa estadounidense y un cambio en el apetito por riesgo de los inversionistas”, indicó Paula Chaves analista de mercados de HFM.
En ese sentido, explicó que el movimiento está directamente relacionado con la reacción del mercado a los últimos datos laborales de Estados Unidos, que confirmaron un enfriamiento más marcado del empleo y reforzaron la búsqueda de refugio en el dólar.
La tasa de desempleo subió a 4,6% en noviembre, alcanzando su nivel más alto en cuatro años, mientras que las Nóminas No Agrícolas mostraron la creación de 64.000 puestos, apenas por encima de los 50.000 esperados, pero insuficientes para revertir la lectura de debilitamiento progresivo del mercado laboral.
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“Este escenario incrementa la presión sobre la Reserva Federal, que enfrenta un entorno cada vez más delicado para maniobrar la política monetaria, donde la necesidad de gestionar el aumento del desempleo se vuelve prioritaria y condiciona las expectativas de mayor liquidez hacia adelante”, explicó Chaves.
Dicha expectativa es uno de los factores que está sosteniendo la fortaleza del dólar en el corto plazo, al tiempo que el mercado evalúa hasta dónde puede extenderse este movimiento.
¿Qué precios esperar?
Rodrigo Lama, Chief Business Officer de la fintech latinoamericana Global66, indicó que la Reserva Federal terminó por validar la tesis de un debilitamiento estructural del dólar tanto hacia el cierre de 2025 como durante el primer trimestre del año 2026.
“La liquidez continúa siendo un factor central en la decisión de avanzar con nuevos recortes de tasas, especialmente en un contexto donde las condiciones del mercado laboral aún no muestran señales claras de estabilización”, especificó.
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Con lo que el mercado descuenta que podrían volver haber ajustes durante el primer trimestre del próximo año si esta tendencia persiste.
Asimismo, la analista de mercados de HFM comentó que desde el punto de vista técnico, el par USD COP se mantiene operando dentro de un canal ascendente bien definido, una estructura que respalda la presión compradora actual y que proyecta un objetivo cercano a COP$3.888.
Un nivel que será clave para evaluar la consistencia de esta fase de fortaleza, ya que aunque la estructura diaria ha cambiado y es positiva, “existen resistencias de mayor temporalidad por encima que no serán fáciles de romper, y cuya superación dependerá de manera directa de la evolución de la liquidez en Estados Unidos y de la capacidad de la Fed para responder de forma efectiva al deterioro del empleo".
Los precios del petróleo retroceden en los mercados internacionales ante el optimismo sobre un posible acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania, un factor que podría ampliar la oferta global de crudo y restar soporte adicional a las monedas ligadas a materias primas, configurando un entorno en el que el dólar mantiene protagonismo y el peso colombiano (COP) enfrenta presiones adicionales en el corto plazo.
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Y desde el lado de los activos financieros, el dólar global retrocedió, mientras que el cobre registró una caída moderada, aunque manteniendo su tendencia alcista de fondo.
En contraste, dijo Lama, el oro retomó con fuerza su avance, acercándose nuevamente a máximos históricos y consolidándose como el activo preferido en un entorno de mayor liquidez potencial.
A lo que agregó que en Latinoamérica, el peso colombiano (COP) registró una recuperación más acotada tras semanas de corrección. Y que en renta fija, el rendimiento del Treasury a 10 años subió marginalmente, manteniéndose dentro del rango acotado observado recientemente.









