Ciudad de México — El “oro negro” perdió brillo como fuente de divisas de México. Los ingresos por la venta de petróleo han venido en picada en la última década, mientras que las remesas han tomado el lugar del crudo y se han afianzado como una de las más importantes entradas de dólares al país.
La última vez que las exportaciones de petróleo figuraron como fuente insignia de divisas fue en 2014, cuando Enrique Peña Nieto era presidente, desde entonces comenzó el declive del crudo mexicano y al ascenso sostenido de las remesas que envían millones de mexicanos sobre todo desde Estados Unidos.
Al cierre de 2023, con el presidente Andrés Manuel López Obrador, las remesas fueron la principal fuente de divisas de México, le siguió la Inversión Extranjera Directa (IED) y los dólares del turismo internacional, y en último lugar el petróleo. Si bien hay más fuentes de divisas para el país, estas cuatro categorías son las más observadas por los expertos e incluso gobiernos.
México recibió US$63.313 millones por remesas en 2023, con lo que anotaron su quinto año consecutivo como la principal fuente de divisas del país, de acuerdo con datos de Banco de México (Banxico).
El año pasado las remesas fueron más del doble de lo que se recibió por la venta de la Mezcla Mexicana, ya que las exportaciones de petróleo crudo sumaron US$27.604 millones al cierre de 2023, de acuerdo con los datos recopilados por el banco central de PMI Comercio Internacional, el brazo comercializador de Pemex que coloca el crudo nacional en los mercados del mundo.
Sin contar el año 2022, los ingresos por exportaciones de petróleo de 2023 fueron los más altos desde 2014, cuando comenzó el declive. En 2014, Peña Nieto promulgó las leyes secundarias de la reforma energética que permitía a Pemex la participación de las empresas privadas en todos los ramos del sector.
La entrada de menos recursos por las exportaciones se explica en gran medida por la decisión de AMLO, como se le conoce al presidente, de sustituir las exportaciones de crudo por el uso de este recurso para la refinación al interior del país.
El 9 de febrero de 2024, Moody’s rebajó la calificación corporativa de Pemex de B1 a B3 y mantuvo la perspectiva negativa. AMLO reaccionó a la rebaja el 21 de febrero y dijo que la agencia calificadora “defiende un modelo neoliberal y quiere que Pemex siga vendiendo petróleo crudo y comprando gasolinas”.
Ahora -dijo el mandatario- las exportaciones de petróleo ya no son la mayor entrada de ingresos de Pemex, ya que 75% de los ingresos de la petrolera provienen del mercado interno y no de la venta de petróleo crudo al extranjero.
Los ingresos por la venta de crudo al extranjero también se han visto afectados por el impacto de menores precios del petróleo y la apreciación del peso mexicano frente al dólar.
En tanto, los turistas internacionales que visitaron México en 2023 dejaron más dólares que el petróleo, al registrar un ingreso de US$30.809 millones, la mejor cifra desde el 2020, cuando ocurrió la pandemia.
La Inversión Extranjera Directa registró de forma preliminar la entrada de US$36.058 millones al cierre de 2023, una cifra que resultó muy similar a la observada en 2022, pese al fenómeno del nearshoring que el año pasado tuvo mayor recepción en el país.