Bloomberg — La Unión Europea (UE) propondrá un relajamiento de las reglas de emisiones para autos nuevos, eliminando una prohibición efectiva de los motores de combustión tras meses de presión de la industria automotriz.
La propuesta permitirá a los fabricantes desacelerar el despliegue de vehículos eléctricos en Europa y alinea más estrechamente a la región con EE.UU., donde el presidente Donald Trump está desmantelando los estándares de eficiencia para autos implementados por la administración previa. A nivel global, los fabricantes están luchando por hacer rentable la transición. Por su parte, Ford Motor Co (F) anunció que asumirá cargos por US$19.500 millones ligados a una profunda reorganización de su negocio de vehículos eléctricos.
El retroceso europeo —que se dará a conocer este martes— sigue un repliegue global de las políticas verdes a medida que las realidades económicas de transformaciones mayores se imponen. Las crecientes tensiones comerciales con EE.UU. y China están llevando a Europa a priorizar aún más el apuntalamiento de su propia industria. Aunque el bloque está legalmente obligado a alcanzar la neutralidad climática para 2050, gobiernos y empresas están intensificando llamados a mayor flexibilidad, advirtiendo que objetivos rígidos podrían poner en riesgo la estabilidad económica.
Ver más: Macron presiona para retrasar la votación del acuerdo UE-Mercosur y pone en riesgo su firma
Bajo la nueva propuesta, la Comisión Europea reducirá los requisitos que habrían detenido las ventas de autos nuevos a gasolina y diésel a partir de 2035, permitiendo en cambio una cantidad de híbridos enchufables y vehículos eléctricos con extensores de autonomía alimentados por combustible, según personas con conocimiento del asunto.
Las emisiones del tubo de escape deberán reducirse en un 90% para mediados de la próxima década, frente al objetivo actual de una reducción del 100%, dijeron las personas, que pidieron no ser identificadas porque las conversaciones sobre la propuesta son privadas. La comisión establecerá la condición de que los fabricantes compensen la contaminación adicional mediante el uso de combustibles de bajo carbono o renovables o acero verde de producción local.
La Comisión Europea declinó comentar sobre las propuestas.
La propuesta será adoptada por los comisionados de la UE este martes y luego discutida por el Parlamento Europeo y por los Estados miembros en el Consejo de la UE. Cada institución tiene derecho a proponer sus propias enmiendas, y la forma final de la medida se negociará en las llamadas conversaciones de trílogo, que involucrarán al parlamento, el consejo y la comisión.
Ahora que los fabricantes ganaron más tiempo para volverse totalmente eléctricos, grupos medioambientales están preocupados de que los cambios creen nuevas brechas que socaven la ambición climática de Europa y dejen a los fabricantes clave aún más rezagados frente a China en la carrera por el transporte vial impulsado por baterías.
El mercado automotriz de China ha continuado su rápida electrificación y las marcas extranjeras están siendo desplazadas en el mayor mercado automotriz del mundo, que alguna vez fue una fuente importante de ganancias para los fabricantes occidentales. Incluso en sus países de origen, los fabricantes europeos enfrentan una creciente amenaza competitiva de marcas chinas. Los nuevos aranceles de importación establecidos por la UE les ofrecen solo una protección limitada.
Ver más: La UE entra en una semana crucial para demostrar a Trump que no es “débil”
Esto ha impulsado un intenso cabildeo de Stellantis NV, Mercedes-Benz Group AG y otras empresas. Alemania, hogar de Mercedes, Volkswagen AG y BMW AG, también presionó por cambios para aliviar tensiones políticas y proteger empleos.
Este mes, seis primeros ministros, incluidos Giorgia Meloni de Italia y Donald Tusk de Polonia, presionaron a la comisión para permitir híbridos enchufables, extensores de autonomía y tecnología de celdas de combustible después de 2035. Alemania también ha luchado por diluir la inminente prohibición en un intento por proteger a sus fabricantes mientras lidian con aranceles comerciales de EE.UU., una competencia internacional intensa y una demanda en declive en Europa.
Incentivos de compra
Las ventas de autos eléctricos de batería nuevos se desaceleraron el año pasado después de que países como Alemania —el mayor mercado de la UE— retiraran incentivos de compra. Aunque el crecimiento se está recuperando, ayudado en parte por la reaparición de algunos subsidios, el ritmo sigue muy por debajo de lo necesario para cumplir los objetivos de la UE.
Ver más: La transición a los autos eléctricos en Europa entra en revisión y reabre el debate sobre 2035
La adopción en la región sigue siendo muy desigual. Las matriculaciones de vehículos eléctricos puros representaron el 35% de las ventas en los Países Bajos este año, frente a solo el 8% en España, donde opciones de carga irregulares y precios comparativamente altos continúan disuadiendo a algunos consumidores.
El paquete también incluirá medidas para aumentar la adopción de vehículos eléctricos pequeños fabricados en Europa, según documentos vistos por Bloomberg News el sábado. Entre ellas, figura una exención de diez años para estos autos de ciertos requisitos de seguridad y emisiones, así como incentivos en forma de lugares de estacionamiento y subsidios.
Lea más en Bloomberg.com
