En las pocas semanas transcurridas desde su inicio, el alto al fuego se ha visto puesto a prueba por episodios de violencia, pero finalmente se ha mantenido.
La decisión del primer ministro israelí pone en duda la tregua mediada por Estados Unidos y presiona el frágil acuerdo con Hamás alcanzado a mediados de octubre.
Netanyahu intensifica su discurso político, destacando su papel en la defensa del país, mientras enfrenta protestas, presiones internacionales y divisiones dentro de su Gobierno.
Los comentarios del presidente abren la puerta a una acción militar directa de Estados Unidos en Gaza, y parecieron una escalada de declaraciones anteriores.
Hamás afirma haber entregado todos los cuerpos de rehenes que ha podido recuperar entre los escombros de Gaza, pero Israel asegura que el grupo aún retiene más de una docena.
Gran parte de la región presiona con el objetivo de que el plan se lleve a cabo, especialmente en vista de la devastación, muerte y desesperación en Gaza.