Guinea confirmó el primer caso del virus de Marburgo en años. La persona enferma falleció el pasado 2 de agosto tras la aparición de los primeros síntomas el 25 de julio, según confirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora las autoridades de salud vigilan a 155 personas que tuvieron contacto con la víctima, entre ellas familiares y personal sanitario que atendió el caso.
La OMS indicó en un comunicado que esta enfermedad es clínicamente similar al ébola, grave y a menudo mortal. También indicó que la tasa de letalidad es de alrededor del 50%, y en brotes anteriores ha variado entre el 24% y el 88% dependiendo de la cepa y del manejo de los casos.
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“Aplaudimos el estado de alerta y la rápida acción de investigación de los trabajadores de la salud de Guinea. El potencial de que el virus de Marburgo se propague por todas partes significa que debemos detenerlo en seco”, indicó Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África.
Por su parte, Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización, indicó que están apoyando al Ministerio de Salud de Guinea para investigar la fuente del brote.
.@WHO & partners are supporting #Guinea’s Ministry of Health to investigate the source of the #Marburg outbreak, trace contacts, & inform the local community about how to protect themselves. About 150 contacts have been identified and are being followed up so far.
— Tedros Adhanom Ghebreyesus (@DrTedros) August 11, 2021
Esta enfermedad se detectó por primera vez en 1967 luego de que se registraran brotes simultáneos en Marburg y Frankfurt en Alemania; y en Belgrado, Serbia. En ese momento se asoció con el trabajo de laboratorio con monos verdes africanos importados de Uganda.
Desde ese brote se han reportado casos esporádicos en Angola, Kenia, Sudáfrica, República Democrática del Congo y Uganda. En 2008, hubo dos casos independientes de viajeros que habían visitado una cueva de murciélagos Rousettus en Uganda. Y el último reporte fue en ese mismo país en 2017.
¿Qué causa esta enfermedad?
Expertos de la OMS señalan que el período de incubación del virus, es decir, el intervalo desde la infección hasta la aparición de los síntomas, varía de dos a 21 días.
La enfermedad comienza frecuentemente con fiebre alta, dolor de cabeza intenso y dolores musculares. La diarrea, los calambres abdominales, las náuseas y los vómitos pueden comenzar al tercer día. Además, muchos pacientes desarrollan manifestaciones hemorrágicas graves entre los días cinco y siete de contagio, y los casos mortales a menudo suelen tener alguna forma de hemorragia.
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En casos fatales, la muerte ocurre con mayor frecuencia entre ocho y nueve días después del inicio de los síntomas si no se trata adecuadamente.
¿Dónde se origina y cómo se contagia?
La OMS asegura que especialistas consideran que los murciélagos frugívoros son los huéspedes naturales del virus y los que lo transmiten a las personas. Este se propaga entre los humanos de persona a persona por el contacto directo a través de membranas mucosas, sangre, secreciones y fluidos corporales de personas infectadas. También por contacto con superficies o materiales, como ropa de cama o prendas de vestir contaminados con estos fluidos.
La organización dice que inicialmente la infección es el resultado de una exposición prolongada a minas o cuevas habitadas por colonias de estos murciélagos. En todo caso, las personas siguen siendo infecciosas mientras su sangre contenga el virus.
Tratamientos y vacunas
Distinguir este virus de enfermedades como la malaria, la meningitis y otras fiebres hemorrágicas virales puede ser difícil para los médicos, aunque hay varios métodos eficaces para su detección. Hasta el momento no existe un tratamiento autorizado que demuestre neutralizar el virus, aunque actualmente se están desarrollando terapias inmunes y medicamentos con ese fin.
Los cuidados de rehidratación por vía oral o intravenosa y el tratamiento de síntomas específicos pueden ayudar a mejorar a los pacientes, según la OMS.
Hay una vacuna que podría proteger potencialmente contra el virus, sin embargo, su eficacia aún no ha sido aprobada en ensayos clínicos.