Bloomberg — Los encargados de redactar la nueva Constitución de Chile tienen una contradicción fundamental que resolver: los chilenos están comprometidos con la democracia, pero desconfían del Congreso que la encarna.
La Convención Constitucional está examinando formas de hacer que el Congreso, formado por la Cámara de Diputados y el Senado, sea más eficiente y creíble. Durante esta semana, votará propuestas para abolir el Senado o reemplazarlo por un consejo territorial con menos atribuciones.
La derecha y la comunidad empresarial ven esto como un intento de eliminar los controles y equilibrios vitales que limitan los cambios radicales. El Senado, señalan, generalmente está compuesto por exdiputados con mayor experiencia y habilidad para negociar. Otros dicen que el Congreso debe seguir el ritmo de una sociedad que cambia rápidamente y que se inclina hacia la centroizquierda. Para ellos, gran parte de la culpa de la ira popular contra el Congreso recae en la naturaleza conservadora y reaccionaria del Senado.
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“Hay una desconfianza muy grande con el Senado”, dijo Javier Sajuria, profesor de la Universidad Queen Mary de Londres y director del centro de estudios chileno Espacio Público. “Se entiende como un espacio elitista. En temas de transparencia ha sido super lento”.
En los últimos seis años, el porcentaje de chilenos que expresan confianza en el Congreso nunca ha superado el 8%, según cuatro encuestas de opinión realizadas por el Centro de Estudio Públicos (CEP). Eso la convierte en la institución menos popular del país después de los partidos políticos.
Política paralizante
Muchos inversionistas esperan que el Senado evite que la Administración de izquierda del presidente Gabriel Boric, quien asumió el cargo el viernes, impulse cambios profundos en los sistemas tributario, laboral y de pensiones.
La derecha también señala a Perú como un ejemplo desastroso de un Congreso dividido por disputas políticas que han paralizado el proceso político.
“Estamos a tiempo de rectificar y abocarnos a mejorar (en vez de eliminar) las instituciones fundamentales de nuestra democracia”, escribió Patricio Walker, exdiputado y senador, en el diario El Mercurio. “No se entiende que justo ahora, en que por fin tenemos una Cámara Alta integrada en un 100% por senadores elegidos por la ciudadanía, sin el sistema electoral binominal, se quiera persistir en una idea cuyas consecuencias pueden ser nefastas para el futuro de nuestro país”.
Pero no tiene por qué ser así, dice Sajuria. “Hay ciertos mitos sobre unicameralismo, nos olvidamos de muchos casos exitosos como Nueva Zelandia o Costa Rica. Hay un sesgo de mirar el peor de los ejemplos para todo”. El sistema tiende a funcionar en países más pequeños, dijo.
Aun así, Sajuria favorece un bicameralismo asimétrico que asegure más representación para las regiones. De lo contrario, el Congreso corre el riesgo de centrarse demasiado en los legisladores de la capital, Santiago.
Solo avancemos
Algunos miembros de izquierda de la Convención Constitucional quieren abolir el Senado, respaldando una cámara única de diputados elegidos a través de un sistema mixto de representación proporcional y regional con escaños reservados para los grupos indígenas.
El Senado fue diseñado a través de una “desconfianza en la democracia”, escribió el grupo en El Mostrador. “Es una institución llamada a ‘controlar’ a las mayorías democráticas elegidas en la Cámara Baja”.
Fue en el Senado que el exdictador Augusto Pinochet solía nombrar “senadores designados” para mantener la balanza a favor de la derecha tras el retorno de la democracia en 1990.
La Convención Constitucional tiene hasta julio para presentar su propuesta, que será sometida a referéndum el segundo semestre de este año. Si bien no está claro cuándo entrará en vigencia el nuevo sistema, el nuevo presidente de Chile podría encontrarse presidiendo un sistema democrático muy diferente al de su predecesor.
Votaciones destacadas de la semana pasada
- La Convención Constituyente de Chile aprobó cinco propuestas que protegen la autonomía del banco central en votaciones generales a nivel de comité Algunas propuestas exigen ampliar el mandato del banco más allá de la estabilidad de precios para incluir también factores como el cambio climático y el empleo
- El pleno de la Convención aprobó de forma general 14 de los 50 artículos presentados por el Comité de Derechos Fundamentales. El resto vuelve a la etapa de comité, mientras que los aprobados pasan a otra ronda de votaciones Entre los artículos aprobados se encuentran la prohibición de la tortura y los tratos degradantes y la prohibición de la pena de muerte El pleno también votó a favor del derecho al aborto El pleno envió para enmienda los artículos sobre el derecho a la propiedad, las expropiaciones y la restitución de tierras a los grupos indígenas. Rechazaron un artículo sobre la libertad de expresión que incluye una cláusula que prohíbe la negación de violaciones de derechos humanos
Crece la desconfianza
La confianza en la Convención ha ido cayendo, según una encuesta de Cadem publicada el domingo. Alrededor del 48% de los chilenos confían en la Convención, por debajo del 50% de la semana anterior y por debajo de un pico del 60% a fines de enero, muestra la encuesta. La desconfianza aumentó del 49% al 50%. Cadem encuestó a 708 personas entre el 9 y el 11 de marzo. La encuesta tiene un margen de error de 3,7 puntos porcentuales.
La misma encuesta mostró que el 42% de los chilenos planea votar para aprobar la nueva Constitución, frente al 44% de la semana anterior, mientras que los que planean votar en contra cayeron del 37% al 35%. Las personas que dijeron que no sabían aumentaron del 19% al 23%.
--Con la colaboración de Valentina Fuentes y Matthew Malinowski.
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