Bloomberg — Una explosión en una mina de carbón en el norte de Turquía el viernes por la noche mató a 41 personas e hirió a otras, dijo el presidente Recep Tayyip Erdogan, mientras los esfuerzos de búsqueda y rescate llegaban a su fin.
El viernes se produjo un incendio en la mina del distrito de Amasra, en la provincia septentrional de Bartin. Los primeros datos apuntan a una explosión de gases inflamables, conocidos como grisú, según dijo antes el ministro de Energía turco, Fatih Donmez, a la agencia estatal Anadolu.
Erdogan canceló su programa en Diyarbakir previsto para el sábado y viajó a Amasra en su lugar. Pidió que las minas del país sean seguras. “No queremos que haya más carencias ni riesgos innecesarios en nuestras minas”, dijo en el lugar de la explosión.
Unos 58 trabajadores fueron rescatados en la mina, donde había 110 trabajadores en el momento de la explosión, dijo el ministro del Interior, Suleyman Soylu.
Algunos de los heridos han sido trasladados a Estambul, a unos 400 kilómetros al oeste. Turquía designó a tres fiscales para investigar el accidente.
En una serie de publicaciones en Twitter, Erdogan dijo que las autoridades judiciales investigarán todos los detalles del accidente.
El accidente es el más mortífero desde el desastre de la mina de carbón de Soma, en el oeste de Turquía, en 2014, el peor del país. En ese caso, un incendio subterráneo mató a 301 personas, lo que provocó enfrentamientos entre la policía y los manifestantes por la respuesta del gobierno.
El presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy fue uno de los que enviaron sus condolencias.