Las exportaciones chinas cayeron por primera vez en tres meses en mayo, lo que aumenta los riesgos en la segunda economía más grande del mundo a medida que se debilita la demanda mundial.
Los envíos al extranjero se contrajeron un 7,5% respecto al año anterior a US$284.000 millones, según mostraron datos oficiales el miércoles, peor que el pronóstico medio de una caída del 1,8%. Las exportaciones a la mayoría de los destinos se contrajeron, con caídas de dos dígitos a lugares como EE. UU., Japón, el Sudeste Asiático, Francia e Italia.
Las importaciones disminuyeron un 4,5%, hasta US$218.000 millones, mejor que la caída prevista del -8%, dejando un superávit comercial de US$66.000 millones. Las compras chinas a la mayoría de las regiones disminuyeron en mayo, con contracciones superiores al 20% en las importaciones procedentes de Taiwán y Corea del Sur, señal de la debilidad de la demanda mundial de productos electrónicos.
La expansión de las exportaciones a principios de este año fue uno de los puntos brillantes de la economía, ya que contribuyó a apuntalar la recuperación después de que China abandonara sus normas contra la pandemia. Sin embargo, los últimos datos muestran que la recuperación se ha debilitado, con una contracción de la actividad manufacturera en mayo y una ralentización del crecimiento de las ventas de viviendas tras un repunte a principios de año.
El informe sobre el comercio es “otro dato decepcionante que aumentará la preocupación por el crecimiento e intensificará las expectativas de más apoyo político”, dijo Khoon Goh, estratega de Australia & New Zealand Banking Group.
Qué dice Bloomberg Economics
La caída de las exportaciones e importaciones chinas en mayo ofrece más pruebas de que la débil demanda -tanto exterior como interior- está paralizando la recuperación. Una vez eliminada la peculiaridad estadística que impulsó las cifras de abril, estas cifras nos ofrecen una imagen más clara de una realidad que supone un reto. En resumen: los datos refuerzan nuestra opinión de que se necesita más apoyo político, incluida una bajada de tipos que creemos que se producirá este mismo mes. -- Eric Zhu, economista especializado en China
La caída de las exportaciones muestra cómo la ralentización de la economía mundial está empezando a afectar a China. Los datos del miércoles mostraron que el valor de las exportaciones cayó respecto a abril, lo que supone el segundo descenso intermensual consecutivo. Los economistas encuestados por Bloomberg prevén que las exportaciones chinas se contraigan durante todo el año.
Cada vez se especula más con la posibilidad de que Pekín tenga que aplicar más estímulos para impulsar el crecimiento. Algunos economistas esperan que el banco central recorte el coeficiente de reservas obligatorias de los bancos en los próximos meses, mientras que otros sostienen que podría ser necesario un recorte de los tipos de interés, posiblemente ya la próxima semana.
Un punto positivo para los exportadores chinos fue la continua fortaleza de la demanda mundial de automóviles chinos, con un total de envíos de vehículos que alcanzó un récord mensual de US$9.000 millones. Uno de los motores del reciente aumento de las exportaciones de automóviles ha sido la popularidad en el extranjero de los vehículos eléctricos chinos, aunque también han aumentado los envíos de otros tipos de automóviles.
El índice de referencia CSI 300 cerró el miércoles con un descenso del 0,5%, por debajo de sus homólogos asiáticos. El yuan se debilitó un 0,1%, situándose en 7,1367 por dólar a las 16h37 hora local.
El Gobierno fijó un objetivo de crecimiento relativamente conservador de alrededor del 5% para el año, que la mayoría de los economistas esperan que se alcance incluso con la reciente caída de la actividad. El gasto de los consumidores en viajes y restaurantes ha impulsado hasta ahora la recuperación de la economía, mientras que la actividad industrial se ha rezagado.
--Con la colaboración de Xiao Zibang
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