Bloomberg Línea — Jaime Dunn, excandidato a la Presidencia y economista, manifestó que Bolivia podría lograr la estabilización de su economía únicamente hasta 2027, pero requerirá “una ejecución creíble”.
“Creo que con una ejecución creíble, la estabilidad y la recuperación se va a alcanzar allá por el año 2027. No es algo que va a ser ahora”, dijo Dunn a Bloomberg Línea.
Bolivia acumula ya cuatro trimestres consecutivos de contracción del PIB en términos interanuales, confirmando un proceso recesivo prolongado que comenzó en la segunda mitad de 2024.
El país presentó contracciones de la economía del 1,97% en el primer trimestre de este año y del 2,79% en el segundo.
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La proyección del Banco Mundial es que la economía decrezca hasta 2027. En 2025 el PIB se contraería un -0,5%, en 2026 un -1,1 y en 2027 un -1,5%.
“Bolivia está en un momento decisivo donde es el todo o nada. El ajuste es inevitable”, manifestó Dunn, a quien el Tribunal Supremo Electoral (TSE) no le habilitó su candidatura por no haber acreditado a tiempo su solvencia fiscal.
Jaime Dunn dice que en el caso de Bolivia los resultados se van a evidenciar en virtud de qué tan ordenado sea ese ajuste de la nueva administración de Rodrigo Paz, qué herramientas se van a usar y qué tan rápido. “Bolivia no puede evitar ese ajuste y solo tiene que elegir la forma”.
Reformas ineludibles

A su juicio, las reformas cambiarias, fiscales y de subsidios “son ineludibles”, pero esto podría venir también asociado con costos sociales y políticos que “van a ser altos en el corto plazo”.
Según Dunn, el retraso en las reformas podría generar una pérdida de confianza entre los inversionistas y la ciudadanía.
Y la reacción social ante el ajuste en los precios de los combustibles podría ser compleja, aun con la focalización de ayudas a los sectores más vulnerables.
A su juicio, la consolidación fiscal, por ejemplo, puede fallar debido a la resistencia política y social.
Advirtió que si las presiones inflacionarias no se atienden a tiempo pueden erosionar el apoyo social.
También señaló el riesgo de que el Banco Central continúe financiando al Tesoro General de la Nación (TGN), especialmente si el gobierno de Rodrigo Paz implementa recortes fiscales graduales.
En este sentido, expresó su deseo de que se pueda financiar con recursos externos y no con emisión monetaria.
Riesgos políticos y de ejecución

El economista expresó que la gobernabilidad será clave y que será necesario construir alianzas políticas, incluyendo figuras como Jorge Quiroga Ramírez y al empresario y político Samuel Doria Medina.
“No va a ser posible implementar estos cambios si no se tiene ese tipo de de colaboración”, apuntó.
Dunn agregó que las perspectivas económicas de Bolivia están marcadas por un alto riesgo político y de ejecución.
Comentó que la población deberá tener paciencia para que un programa de estabilización se lleve a cabo de manera efectiva.
Y resaltó que las promesas electorales, como la eliminación de las colas de combustible a partir del 9 de noviembre y la negativa a acudir al Fondo Monetario, colocan al nuevo gobierno en una situación compleja.
Por ello, la manera en que se realice el ajuste sin desencantar a quienes apoyaron a Rodrigo Paz, y la credibilidad para cumplir lo prometido, “será un elemento fundamental”, consideró.
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