Bloomberg Línea — Los principales organismos multilaterales prevén que América Latina crecerá de forma moderada y desigual tanto en 2025 como 2026 en medio de un entorno marcado aún por la incertidumbre.
“El crecimiento económico se mantuvo moderado en 2025, condicionado por el débil dinamismo de la demanda interna y un entorno mundial incierto”, de acuerdo al más reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La Cepal señala que el escenario global sigue marcado por riesgos a la baja, como eventuales ajustes bruscos en los mercados financieros, mayores presiones fiscales en economías desarrolladas y nuevas disrupciones al comercio.
Estos factores podrían poner en entredicho la credibilidad de la política monetaria y el rumbo de las tasas de interés a nivel mundial.
En medio de su ‘boom’ petrolero, Guyana nuevamente es la economía que está llamada a destacarse en crecimiento regional en 2025. Argentina y Paraguay también impulsarán la expansión del PIB en Sudamérica, aunque con realidades distintas.
Por un lado, Argentina viene de una contracción de su economía y aún lidia con altas presiones inflacionarias, mientras que Paraguay trae el impulso de la entrada de divisas por las exportaciones.
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En tanto, las dos mayores economías de la región, Brasil y México, avanzan a menor ritmo, en un escenario marcado por la incertidumbre.
Cuba y Haití, con sus profundos desafíos económicos, siguen mostrando la cara más frágil de la región.
Latinoamérica y el Caribe entrará el próximo año en una fase de posible normalización del crecimiento, con los países de mejor desempeño moderando su ritmo en 2026 y algunos de los más rezagados estabilizándose, según proyecciones de Citi (C).
Para 2025 y 2026, desde Citi proyectan que la economía regional crezca un 2%. Entre tanto, para el 2027 el PIB se expandiría un 2,3%.
La normalización del crecimiento se evidenciaría con casos como el de Argentina, cuya economía se expandirá un 4,2% en 2025 y en 2026 apenas lo haría un el 3,2%.
“Si bien el crecimiento para la región en su conjunto se mantiene estable de 2025 a 2026, habrá una reconfiguración del crecimiento entre los países hacia una normalización”, dice Citi en su reporte de Perspectivas económicas y estrategia de América Latina.
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Citi señaló que en 2025 la región tuvo un desempeño mejor de lo esperado en medio de la reconfiguración geopolítica y comercial de la economía global.
De cara al 2026, los analistas del banco prevén que habrá vientos favorables en el panorama macroeconómico que pondrán a la región en una buena posición para afrontar la posible volatilidad externa.
“Se espera que el crecimiento en los dos principales socios de la región, EE.UU. y China, sea resiliente”, dijo Citi.
De cara a la política monetaria, prevé que la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés) aplique tres recortes adicionales de 25 puntos básicos entre diciembre de 2025 y el primer trimestre de 2026.
Esto representaría un contexto favorable para los mercados emergentes.
Frente a las materias primas, se espera que los precios sean relativamente más altos que su promedio histórico prepandemia (excepto el café, que se espera que caiga alrededor del 19 % interanual en 2026) “y, por lo tanto, sigan siendo favorables para Latinoamérica”.
“Este contexto externo es inmejorable para América Latina y sienta las bases para una estabilidad y un rendimiento superior continuados”, de acuerdo a Citi.
Atrapada en el bajo crecimiento

El economista en jefe para América Latina en Citigroup, Ernesto Revilla, sostiene que el bajo crecimiento de América Latina responde principalmente a la insuficiente inversión pública y privada.
Los ajustes presupuestarios limitan la inversión en infraestructura y los cambios frecuentes de política han debilitado la confianza del sector privado, atrapando a la región en un círculo de bajo crecimiento y baja inversión.
“América Latina crece poco porque tiene una baja inversión. Los prospectos de que crezca poco hacen que el sector privado no quiera invertir”, respondió Revilla a Bloomberg Línea. “Es un mal equilibrio que tiene América Latina del que ojalá podamos salir en algún momento del futuro con cambios de políticas más amigables para la inversión”.
Balance de proyecciones económicas
En su más reciente informe, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) mantuvo su proyección de crecimiento para este año en la región en 2,4% y en 2,3% en 2026, en un contexto enmarcado por la incertidumbre geoeconómica y la débil actividad interna.
Con este resultado regional, “se completaría una secuencia de cuatro años con tasas cercanas al 2,3%, lo que confirma el hecho de que la región continúa en una trampa de baja capacidad para crecer”, dice el reporte de la Cepal.
A comienzos de octubre, el Banco Mundial (BM) ajustó al alza sus proyecciones de crecimiento para Latinoamérica y el Caribe frente a su informe de abril, hasta un 2,3% en 2025 y un 2,5% en 2026, aunque de cualquier forma será el ritmo más lento entre las regiones del mundo.
El bajo crecimiento en Latinoamérica refleja, en parte, “un entorno externo que ofrece un apoyo limitado, caracterizado por un enfriamiento de la economía mundial, la caída de los precios de las materias primas y una mayor incertidumbre”, según el Banco Mundial.
Entre tanto, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que el crecimiento de América Latina y el Caribe será del 2,4% en 2025 y de 2,3% en 2026.
Estas cifras representan una ligera mejora respecto al informe de julio, pero confirman que la región no logra recuperar el dinamismo prepandémico.
El informe señala que “la previsión para 2025 se revisa al alza en 0,4 puntos porcentuales con respecto a abril, debido a menores aranceles para la mayoría de los países de la región y a datos entrantes más sólidos de lo esperado”.
La OCDE prevé que la economía de Latinoamérica se expanda un 2,30% este año y un 1,9% en 2026.
El organismo recortó en diciembre su previsión de crecimiento para Argentina y mejoró la de Brasil para este 2025, mientras que México tendrá una expansión mínima del PIB este año, según su último informe económico.
La previsión para Argentina es que su economía crezca un 4,2% en 2025 (en septiembre la OCDE preveía que crecería un 4,5%) desde una caída del 1,9% en 2024.
La OCDE también rebajó su proyección de crecimiento para Argentina del próximo año del 4,3% al 3%, antes de repuntar de nuevo hasta el 3,9% en 2027.
Para Brasil, la mayor economía de América Latina, la previsión pasó del 2,3% estimado en septiembre al 2,4% para el 2025, con la demanda interna como motor principal.
México, la segunda mayor economía de la región, se mantendría rezagado con un crecimiento de apenas el 0,7% en el 2025, levemente inferior frente al 0,8% esperado en el reporte pasado.
La economía mexicana repuntaría en 2026 con una expansión del PIB del 1,2% (antes esperaba un 1,3%) y en el 2027 del 1,7%.
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