Buenos Aires — A medida que se acercan las elecciones generales y en medio de una notoria escasez de reservas en el Banco Central, las entidades financieras argentinas se enfrentan a una demanda cada vez mayor de dólares billete por parte de sus clientes. Es que la corrida cambiaria llevó en las últimas ruedas al dólar blue por encima de los $1.000 pesos, agitando aún más la desesperación de los argentinos que buscan resguardar como puedan el poder adquisitivo de sus ingresos y ahorros.
Por si esto fuera poco, la inflación no para de acelerarse y no aparecen voces para calmar una tensión social que ya no puede describirse de otra manera que como una crisis económica. El ministro de Economía y candidato presidencial, Sergio Massa, sin hacer referencia a los casi $3 billones de pesos emitidos por el BCRA desde las PASO, intenta ponerle freno a la corrida mediante la intimidación, apuntando a tres o cuatro “vivos” que va a “meter en cana”.
Paradójicamente, los controles de cambio que perduraron y se intensificaron desde la gestión de Mauricio Macri con la intención de contener la fuga de reservas, terminaron provocando el resultado opuesto. Según la consultora Romano Group, las netas se ubican en un rojo de US$6.400 millones.
Es en este escenario que aparece una aparente contradicción en la política cambiaria del Gobierno. Y es que las compras de los argentinos en los free shops de Ezeiza y del Aeroparque Jorge Newbery, ya sea de un perfume de Chanel, unos auriculares Bose o una botella de Johnnie Walker, se liquidan a un dólar oficial de $365,5. Así lo pudo corroborar Bloomberg Línea este jueves 12 de octubre, mientras el dólar blue se vendía por unos $980.
Ya sea pagando con tarjeta de crédito o de débito, la transacción aparece en la cuenta bancaria del consumidor argentino en pesos, implicando así precios significativamente menores a los que se encuentran en shoppings o sitios de e-commerce.
El correlato de esta gran ventaja para el universo de argentinos - cada vez más chico - que pueden costear viajes al exterior es un impacto justamente en las reservas del BCRA, tratándose de productos mayoritariamente importados.
Un Johnnie Walker Black Label de 1L, por ejemplo, se encontraba en el free shop de Aeroparque por $15.076, mientras que en MercadoLibre no se encontraba por menos de $22.000.
Ante este tipo de descuentos, no sorprende ver grandes filas de argentinos incrédulos llenando sus canastos para comprar este tipo de productos. La pregunta que surge es cuánto más durará, a solo una semana de las elecciones.
