Buenos Aires — El fundador y CEO de MercadoLibre (MELI), Marcos Galperin, afirmó este jueves en redes sociales que los accionistas de YPF cuya participación en la petrolera fue expropiada por el Estado argentino en 2012 “hicieron el mejor negocio de la historia”.
Galperin se refirió de esa manera al juicio que comenzó esta semana en Nueva York, y que podría redundar en un pago de hasta US$16.100 millones a Burford Capital, entidad que adquirió al Grupo Petersen los derechos para litigar contra la Argentina por la violación de los estatutos de YPF durante la estatización de la empresa.
La jueza neoyorquina Loretta Preska ya determinó que esos estatutos fueron violados, ya que el entonces Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner no lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) sobre el total de las acciones de YPF, sino al 51%.

“El Estado argentino pagará como mínimo otros US$4.920 millones de dólares por la expropiación de YPF”, afirmó Galperin en Twitter. Cabe recordar que el Estado argentino ya pagó US$5.000 millones a Repsol por el control de la empresa en 2012.
Hoy la empresa que conducen Pablo González (Presidente) y Pablo Iuliano (CEO) cotiza en el New York Stock Exchange con un market cap de aproximadamente US$12.000 millones. Se trata de un valor cercano –US$11.000 millones al 29 de marzo– al que ostentaba la empresa en el último mes antes de que se anunciara la expropiación.
¿Cómo fue la expropiación de YPF?
En el 2012, el gobierno argentino llevó a cabo la expropiación del 51% de las acciones de YPF, que pertenecían a la compañía española Repsol. La decisión fue tomada por la entonces presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien expresó que el objetivo era que el estado controlara la empresa para garantizar la autosuficiencia energética del país.
La expropiación se llevó a cabo al declarar a YPF como una empresa de utilidad pública sujeta a expropiación. La operación generó polémica al punto de provocar una crisis diplomática entre Argentina y España, ya que el gobierno español consideró esta acción como una agresión a sus intereses.
Por su parte, el gobierno argentino argumentó que Repsol no había invertido lo suficiente en YPF y que no había cumplido con los compromisos para aumentar la producción. Como parte de la expropiación, Argentina indemnizó a Repsol con $5.000 millones.













