Bloomberg Línea — La leche, el café y el cacao son las tres principales cadenas agroindustriales para Nestlé, presentes en el 75% de los productos comercializados por la empresa. Para Marcelo Melchior, director general de la empresa en Brasil, incluir estrategias de sostenibilidad en estos frentes es lo que debe permitir la continuidad de la empresa a largo plazo.
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“Es una cuestión de supervivencia. Necesitamos una cadena sostenible y que funcione a largo plazo”, afirmó el ejecutivo durante el Bloomberg Línea Summit Brasil 2025, en una conversación moderada por Naiara Albuquerque, editora adjunta de Bloomberg Línea.
Según Melchior, la sostenibilidad no siempre ha sido una prioridad en Nestlé. Los primeros esfuerzos, dijo, se centraron en establecer, hacer crecer y mejorar la calidad de estas cadenas.
“En el pasado, nos centrábamos mucho en la calidad. En el caso de la leche, por ejemplo, prestábamos mucha atención a que el producto no contuviera agua ni antibióticos. Luego fuimos adaptando nuestra visión para comprender qué más podíamos hacer para ser más sostenibles en términos medioambientales”, afirmó.
La cadena de la leche es más desafiante en términos de sostenibilidad para Nestlé, ya que es donde se concentra su mayor huella de carbono.
Las medidas para reducir la huella van desde mejorar el bienestar animal hasta controlar el origen de los insumos utilizados en la alimentación del ganado, garantizando que no procedan de zonas deforestadas.
El director ejecutivo defendió que la principal estrategia para fomentar prácticas sostenibles entre los productores asociados es presentar casos de éxito.
“En la cadena láctea, cuando se adoptan todas las prácticas de sostenibilidad y bienestar animal, la productividad mejora en aproximadamente un 30%. No es algo que se haga (solo) por el medio ambiente. El productor percibe un círculo virtuoso que es muy bueno para la sostenibilidad del negocio”, afirmó.
En el sector cafetero, Brasil es protagonista, ya que el 25% del café que utiliza Nestlé a nivel mundial se compra en este país.
Melchior afirmó que la empresa mantiene desde hace más de 20 años el programa Nescafé Plan, con indicadores de calidad, sostenibilidad y bienestar. Parte del modelo consiste en el pago de un complemento a los productores mejor valorados en las evaluaciones realizadas por la propia Nestlé.
En la cadena del cacao, el reto es mayor porque los procesos están menos automatizados. Sin embargo, el principal obstáculo es que el país aún no es autosuficiente en la producción, que solo satisface alrededor del 70% de la demanda interna según los cálculos de Nestlé.
El ejecutivo afirmó que Nestlé busca fomentar prácticas de gestión y productividad que ya son comunes en otros cultivos, como la soya y el algodón.
“En el caso del cacao, el reto no es solo la sostenibilidad, sino también la autosuficiencia en la producción, ya que se trata de una materia prima extremadamente importante para Brasil”.









