Bloomberg — El presidente Donald Trump dijo que espera que Estados Unidos y Canadá puedan “llegar a un acuerdo” sobre la resolución de la disputa entre ambos países en torno a los aranceles sectoriales sobre el acero, el aluminio y los automóviles.
Trump hizo estas declaraciones el martes 7 de octubre durante una reunión en el Despacho Oval con el primer ministro canadiense, Mark Carney, en la que el presidente describió los desacuerdos entre ambos países como “conflictos naturales”, ya que compiten por el mismo negocio.
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“Por eso sigo mencionando que una forma de resolver ese problema es muy fácil”, dijo Trump, en una aparente referencia a su sugerencia de que Canadá debería ser el estado número 51 de EE.UU., una idea a la que se oponen ampliamente los canadienses.
“Él quiere fabricar automóviles, nosotros queremos fabricar automóviles y estamos compitiendo. Y la ventaja que tenemos es que contamos con este enorme mercado”, dijo Trump mientras estaba sentado junto a Carney.
La reunión supone la segunda visita de Carney a la Casa Blanca desde que asumió el cargo de primer ministro este año, con una relación comercial por US$900.000 millones en juego.
El antiguo banquero central ganó las elecciones en abril con la promesa de negociar un nuevo acuerdo comercial y de seguridad con EE.UU., pero Trump solo ha incrementado los aranceles desde entonces.
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Carney le dijo a Trump que Canadá es el mayor inversionista extranjero de EE.UU. y sugirió que el ritmo de inversión podría acelerarse: “probablemente US$1 billón en los próximos cinco años, si conseguimos el acuerdo que esperamos conseguir”.
“Hay áreas en las que competimos, y es en esas áreas donde tenemos que llegar a un acuerdo que funcione”, dijo Carney. “Pero hay más áreas en las que somos más fuertes juntos, y eso es en lo que nos centramos”.
Los aranceles de EE.UU. sobre el acero, el aluminio, los automóviles y la madera están afectando a industrias clave de Canadá. El 1 de agosto, Trump aumentó los aranceles sobre los productos que no cumplen con el T-MEC del 25% al 35%.
La guerra comercial ha provocado la pérdida de puestos de trabajo y ha enfriado la inversión empresarial, lo que ha llevado a la economía de Canadá a contraerse en el segundo trimestre.
Carney tendió una rama de olivo a Trump en agosto cuando anunció el levantamiento de la mayoría de los aranceles de represalia de Canadá sobre las importaciones procedentes de EE.UU.
El predecesor de Carney, Justin Trudeau, impuso aranceles de represalia sobre productos de EE.UU. por $60.000 millones de dólares canadienses (US$43.000 millones). La nueva política de Canadá en materia de aranceles de represalia consiste en aplicarlos a los ámbitos en los que se aplican aranceles de EE.UU., como el acero y el aluminio.
“Estamos trabajando en fórmulas y creo que lo conseguiremos”, dijo Trump sobre las negociaciones comerciales.
Los principales negociadores de Carney, entre ellos el ministro de su gabinete responsable del comercio con EE.UU., Dominic LeBlanc, y la embajadora de Canadá en EE.UU., Kirsten Hillman, siguen presionando para que se alcance un acuerdo a corto plazo que reduzca o elimine algunos aranceles sectoriales.
Sin embargo, Carney ha comenzado a señalar un cambio de enfoque hacia la revisión en 2026 del acuerdo de libre comercio de América del Norte que Trump firmó en su primer mandato.
Carney viajó a México el mes pasado y se comprometió a profundizar la cooperación con la presidenta Claudia Sheinbaum antes del proceso de revisión. Sus funcionarios han tratado de convencer a EE.UU. de la importancia de fortalecer las cadenas de suministro de América del Norte, especialmente en lo que respecta a la riqueza de minerales críticos de Canadá, como contrapeso al dominio de China.
También ha intentado abordar las quejas de larga data de EE.UU. sobre el bajo gasto militar de Canadá, acordando cumplir el objetivo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte de destinar el 2% del producto interno bruto a defensa este año y comprometiéndose a aumentarlo hasta el 5% para 2035.
Trump dijo que esperaba que los dos líderes discutieran el sistema de defensa antimisiles Golden Dome propuesto por EE.UU. durante la reunión del martes.
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