Ciudad de México — La Secretaría de Hacienda de México reconoció que aún existe desconfianza en el sistema financiero entre la población, incluso entre los clientes de estas entidades.
Durante su participación en la presentación de la Política Nacional de Inclusión Financiera 2025-2030, Édgar Amador, titular de Hacienda, dijo que el documento incorpora acciones encaminadas a mejorar la percepción de las personas sobre la confiabilidad del sistema.
“Es importante reconocer que aún existe desconfianza en el sistema financiero, incluso entre la población que ya cuenta con alguno de sus productos”
Edgar Amador, secretario de Hacienda de México
Amador consideró que la confianza es un habilitador esencial para que la inclusión financiera contribuya al bienestar. Agregó que, para que las personas hagan uso pleno de los servicios financieros, se requiere que estén seguras al utilizar los canales físicos o digitales, y conozcan sus derechos.
El sector financiero está atravesando por cambios, entre una mayor adopción de canales digitales, la llegada de nuevos bancos, así como la extinción de otras entidades por factores tanto internos como externos.
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Este año, el sistema vio la desaparición de la sociedad financiera popular CAME por irregularidades e insolvencia, así como el declive de los bancos Intercam, CIBanco y la casa de bolsa Vector por los señalamientos de presunto lavado de dinero por parte del Departamento del Tesoro, todo ello provocó que los clientes de las distintas entidades enfrentaran incertidumbre sobre sus recursos o los contratos que tenían con las instituciones financieras.
La Política Nacional de Inclusión Financiera (PNIF) 2025-2030, señala que la falta de confianza en el sistema financiero no solo lleva a que las personas se excluyan del mismo, “incluso puede impactar la estabilidad de este en su conjunto, particularmente en episodios de estrés”.
El documento refiere que persisten las dudas sobre la capacidad de las instituciones financieras para resolver problemas, por ejemplo, 45% desconfía en que resolverían su necesidad económica, 47% no cree que podrían resolver sus quejas o reclamaciones sobre los productos que ofrecen y alrededor de 40% no cree que su dinero estaría seguro en una entidad financiera.
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El tema no es exclusivo de las personas físicas, de acuerdo con la PNIF, “un porcentaje significativo de las empresas sin seguro y de las que no utilizaron tecnologías financieras reportaron no hacerlo porque no confían en las instituciones”.
El documento plantea una serie de líneas de acción a cargo de reguladores como la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Banco de México y Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros, entre ellas actualizar el marco regulatorio de las entidades no bancarias para estandarizar los procesos de atención y reclamaciones.
Asimismo, impulsar el diseño de políticas y campañas para prevenir el fraude, informar las principales causas de reclamación de los productos financieros y promover la difusión de información sobre el seguro de depósitos bancarios.
