Bloomberg Línea — La administración de Joe Biden decidió reiniciar las deportaciones directas a Venezuela en un esfuerzo por reducir la entrada de miles de migrantes a través de la frontera sur, que en los últimos meses ha registrado cifras récord.
La medida fue anunciada formalmente por el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, y obedece a un acuerdo con las autoridades venezolanas así como conversaciones de alto nivel ayer en la Ciudad de México entre EE.UU., México, Colombia y Panamá.
El gobierno de Venezuela también confirmó el encuentro con la difusión de un comunicado en el que aprueba la decisión, y atribuye la migración masiva a las sanciones contra el país.
En dicho encuentro el Secretario de Estado Antony Blinken, el secretario de Seguridad Nacional Alejandro N. Mayorkas y la asesora de Seguridad Nacional, Liz Sherwood-Randall, se refirieron a los esfuerzos para abordar la migración irregular en el hemisferio occidental.
Los datos registrados el pasado septiembre contabilizaban unos 50.000 venezolanos ingresando a Estados Unidos desde México, en tan solo un mes.
El gobierno de Estados Unidos había detenido estas deportaciones directas en medio de las tensiones con la administración de Nicolás Maduro, y las sanciones económicas contra sus funcionarios y organismos como consecuencia de denuncias por corrupción y violación de derechos humanos.
La administración estadounidense ejecutará así una política de deportaciones que se guiará por la carencia de un fundamento legal para permanecer en ese país.
“Esta decisión es consistente con los esfuerzos de la administración para implementar una estrategia de aplicación humana, segura y ordenada de nuestras leyes de inmigración y para procesar a las personas de manera justa y rápida. Estos esfuerzos incluyen la importante expansión por parte de la Administración de vías legales para ingresar a los Estados Unidos”, reza parte del comunicado difundido este jueves.
De Venezuela han salido más de 7.000.000 de migrantes en un contexto de crisis humanitaria compleja en la última década, y se estima que de ese número residen unos 510.000 en EE.UU. En los últimos dos años, la migración masiva ha crecido a través de pasos ilegales como la Selva de Darién, que comunica Centroamérica con México.
A partir de octubre del año pasado las autoridades estadounidenses activaron un proceso de permiso de permanencia temporal o parole, habilitado para entrar y trabajar legalmente por dos años con el respaldo de un patrocinante. En agosto, más de 58.000 venezolanos se habían beneficiado con el permiso.
